La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ejercicio físico moderado de 150 minutos semanales. Reduce la prevalencia de factores de riesgo cardiovasculares.

Los beneficios del ejercicio físico aeróbico (correr, nadar, montar en bicicleta…) son incuestionables. Así lo explica Alejandro Berenguel, miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC) y vocal de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC): «Contribuye a reducir la prevalencia de factores de riesgo (nivel de colesterol, de azúcar en sangre, disminución de la presión arterial, del estrés…)».

De hecho, Berenguel menciona que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ejercicio físico moderado de 150 minutos semanales, «lo que puede prolongar la vida entre tres y cinco años. El ejercicio debe ser entre moderado y de elevada intensidad.No se logran los mismos efectos andando», matiza.

Eso sí, Berenguel comenta que el beneficio en términos de reducción de mortalidad está en la zona media de la curva. «Los extremos nunca son buenos. Los ejercicios a muy alta intensidad pueden también provocar complicaciones cardiológicas, como las arritmias», y comenta los peligros ligados a conceptos como vigorexia o el más reciente de runnerexia.

De hecho, Berenguel señala que deportistas de élite como maratonianos o ciclistas llegan a tener corazones muy grandes, hipertróficos. Por ello, es recomendable que cuando acaben su etapa de deportista de élite no suspendan bruscamente la práctica de ejercicio, ya que pueden aparecer miocardiopatías.

Rehabilitación
Eso sí, «cualquier cardiopatía es susceptible de ser rehabilitada, porque el corazón es un músculo. España dispone de entre 130 y 140 unidades de rehabilitación cardiaca (en 2009 había sólo 27), que emplean bicicletas estáticas, elípticas o cintas de corredor».

En estas unidades, dirigidas por un cardiólogo, se puede lograr mejorar la fuerza y capacidad del corazón a base de entrenamiento. Para ello se emplean unas pruebas de esfuerzo (ergoespirometrías) que miden el consumo de oxígeno al hacer ejercicio en los umbrales aeróbico y anaeróbico (cuando ya comienza la fatiga) «y determina la zona de transición, para entrenarle en la zona mixta», indica Berenguel.

Las ventajas de la rehabilitación no son sólo médicas, sino también económicas. «Tan sólo entre un 5 y 10 por ciento de pacientes se envían a rehabilitación, donde siguen un programa de dos meses. Pero se logra reducir la mortalidad entre un 25 y 30 por ciento y cada paciente rehabilitado supone un ahorro anual de 1.700 euros al Sistema Nacional de Salud. En 2014 España tenía unos 7.500 pacientes rehabilitados», explica Berenguel, que no duda en alertar sobre la necesidad de realizar un chequeo cardiológico (con electrocardiograma y prueba de esfuerzo) antes de iniciarse en cualquier deporte. «Uno de los problemas más graves es el de la muerte súbita, causada normalmente por una miocardiopatía hipertrófica, que es genética y asintomática, cuya primera manifestación es la muerte» y que puede detectarse con ecocardiograma y electrocardiograma.
julio 13/2016 (Diario Médico)

julio 14, 2016 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, Medicina Deportiva | Etiquetas: , |

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