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Un estudio con ratones muestra que la leptina afecta la comunicación entre el cerebro y el páncreas, que produce la insulina. La exposición a la hormona leptina en el útero podría aumentar el riesgo de un niño de desarrollar diabetes tipo 2, sugiere un nuevo estudio con ratones.
La leptina es secretada por las células grasas. Ayuda a mantener el equilibrio energético del cuerpo, explicaron los autores del estudio.
Los hallazgos de experimentos con ratones podrían mejorar la comprensión sobre la forma en que la diabetes tipo 2 se desarrolla en los niños, sobre todo entre los que tienen madres obesas, apuntaron los investigadores.
Pero es importante anotar que la investigación con animales con frecuencia no produce resultados similares en los humanos.
El estudio aparece en la edición en línea del 24 de marzo de la revista Cell Reports.
«Mostramos que la exposición del cerebro embrionario de los ratones a la leptina durante un periodo clave del desarrollo resultó en alteraciones permanentes en el crecimiento de las neuronas desde el tallo cerebral hasta el páncreas, que resultó en perturbaciones a largo plazo en el equilibrio de los niveles de insulina en los ratones adultos», apuntó en un comunicado de prensa de la revista Sebastien Bouret, investigador del programa de neurociencias del desarrollo del Hospital Pediátrico de Los Ángeles.
El páncreas produce y libera la insulina, la hormona que controla los niveles de azúcar (glucosa) en sangre. Una falta de suficiente insulina puede conducir a la diabetes.
«Este fallo en la comunicación entre el cerebro y el páncreas resultó en una regulación, o homeostasis, dañada de la glucosa en el ratón adulto», añadió Bouret.
Bouret dijo que los bebés nacidos de madres obesas tienen niveles altos de leptina. Esto, señaló, «podría ponerlos en un riesgo más alto de diabetes tipo 2 y obesidad».