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Un reciente trabajo publicado en la revista PlosOne, ha demostrado que la dieta suplementada con un ácido graso poliinsaturado omega-3 ejerce efectos cardioprotectores cuando los animales de experimentación presentan factores de riesgo cardiovascular, pero en animales sanos no se han encontrado modificaciones en la mayoría de los parámetros estudiados.
Aunque numerosos estudios han indicado efectos beneficiosos de los ácidos grasos omega-3 sobre factores individuales que regulan la función vascular, todavía existe controversia. Por ello, los investigadores realizaron un estudio sistematizado de los factores más relevantes que determinan la función vascular, tanto en animales control orquidectomizados y suplementados con omega-3 como en animales no suplementados. Se analizó el perfil lipídico, la actividad pro y antioxidante, la liberación de sustancias vasodilatadoras y vasoconstrictoras, y su implicación en la respuesta vasodilatadora de la aorta.
Los resultados obtenidos mostraron que una dieta suplementada con omega-3 ejerce, en los animales orquidectomizados, efectos antioxidantes y antiinflamatorios que favorecen la respuesta vasodilatadora. Mejora el perfil lipídico al restablecerse los niveles de colesterol, triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad. Sin embargo, la administración de la misma dieta al grupo de animales sanos no produjo prácticamente modificaciones, a excepción de la disminución en el nivel de colesterol y en la actividad antioxidante en la pared aórtica.
Este último resultado sugiere que una dieta suplementada con omega-3 quizá no resulta necesaria cuando no existen patologías vasculares. En estos casos, una dieta equilibrada y un estilo de vida cardiosaludable, junto con los mecanismos reguladores que posee el organismo, contribuyen al mantenimiento de una función vascular adecuada.
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