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Los trastornos mentales se asocian con un incremento del riesgo de mortalidad por cualquier causa y suicidio, como recientemente ha confirmado un metaanálisis.
Una investigación, publicada en el Acta Psiquiátrica Escandinava, el estudio Lundby, ha analizado el riesgo de suicidio a largo plazo en las personas sin o con uno o más trastornos mentales. El estudio involucró a una población total de 3 563 sujetos, cuya salud mental y riesgo de suicidio se controlaron durante 54- 64 años.
El riesgo de suicidio a largo plazo en sujetos sin, con uno o con más trastornos mentales fue del 0,3 %, 3,4 % y 6,2 %, respectivamente. Para las personas con únicamente depresión, el riesgo fue del 6,0 %; únicamente con trastorno por consumo de alcohol, del 4,7 %, y sólo con psicosis, del 3,1 %. Sin embargo, cuando los individuos tenían trastornos adicionales, los riesgos de suicidio aumentaban al 6,6 %, 9,4 % y 10,4 %, respectivamente.
Cada diagnóstico por sí mismo se relacionó significativamente con un mayor riesgo de suicidio. Los hombres tenían un riesgo de suicidio más alto en depresión que las mujeres, y los hombres con trastorno por consumo de alcohol, además de depresión, mostraron un riesgo de suicidio muy elevado (16,2 %).
En conclusión, el riesgo de suicidio a largo plazo se incrementó para la depresión, el trastorno por consumo de alcohol y la psicosis. Para estos dos últimos, el diagnóstico único puede representar un riesgo menor del estimado previamente cuando no hay un diagnóstico adicional.
En los hombres, la depresión, además del trastorno por consumo de alcohol, debe tratarse con fuerza para prevenir el suicidio.