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Dos nuevos estudios en ratones demuestran cómo la dieta de un futuro padre afecta a los niveles de pequeños bloques de ARN específicos en su esperma, lo que a su vez puede afectar a la regulación de los genes en sus descendientes.
Estos resultados se añaden a la creciente lista de formas por las que el estilo de vida de un macho puede influir en sus descendientes, incluyendo a través de la transferencia del microbioma y mediante el epigenoma del esperma.
En el primer estudio, el equipo de Qi Chen, de la Universidad de Nevada, en Reno, Estados Unidos, fertilizó óvulos de ratón usando espermatozoides de un grupo de ratones machos alimentados con una dieta alta en grasas, así como de un grupo alimentado con una dieta normal. Los dos grupos de descendientes no exhibieron diferencias obvias en el peso corporal en las primeras 16 semanas, pero a partir de las siete, las crías cuyos padres fueron alimentados con una dieta alta en grasas desarrollaron intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina, agravándose a las 15 semanas.
En el segundo estudio, el equipo de Upasna Sharma, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en Worcester, Estados Unidos, comprobó si el esperma de los ratones alimentados con una dieta baja en proteínas experimentaba algún cambio en los niveles de ARN.
Estos investigadores mostraron que los pequeños ARNs del esperma inmaduro en los testículos no se correlacionaban con los efectos de la dieta; sin embargo, la secuenciación de los pequeños ARNs en el esperma maduro en el epidídimo reveló una gran expresión de ciertos ARNs. El equipo aisló entonces el ARN en el esperma de los ratones alimentados con una dieta baja en proteínas y en los alimentados con una dieta normal, encontrando niveles particularmente altos de un ARN, el conocido como ARNt-Gly-GCC, en el grupo alimentado con una dieta baja en proteínas.
Análisis adicionales pusieron de manifiesto que el ARNt-Gly-GCC reprime un subgrupo de genes, incluyendo uno que contribuye a la plasticidad de las células madre embrionarias de ratón.
Estos resultados, junto con los del equipo de Qi Chen, demuestran cómo puede verse afectado el ARN en el esperma por la dieta, y que esto puede causar cambios en la regulación de genes de la descendencia y un trastorno metabólico asociado.
enero 11/ 2015 (Noticias de la ciencia)