El avance en la microcirugía y la vascularización facilita la reparación de los tejidos tras la mastectomía.En una vida longeva, se calcula que hay un 40 por ciento de posibilidades de desarrollar cáncer. El paso del tiempo implica un daño continuo sobre el ADN celular (toxinas, rayos ultravioleta, factores metabólicos), unido a la pérdida de capacidad para repararlo y para que el sistema inmune luche contra agresiones externas. Con todo, hay tumores que resultan menos dañinos cuando aparecen en edades avanzadas. Ocurre así con el cáncer de próstata y el de mama, que crecen más lentamente en los mayores por un declive de las hormonas sexuales implicadas.

Por ello, en el cáncer de mama, donde ya de entrada el pronóstico alcanza unas tasas de control de la enfermedad del 85 por ciento, la edad en el diagnóstico no debería ser un obstáculo para recibir el tratamiento adecuado desde todas las perspectivas. Eso incluye también la reconstrucción.

Así lo ve Jaume Masià, director de la Unidad de Reconstrucción mamaria avanzada, microcirugía y linfedema de la Clínica Planas, y del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de San Pablo, en Barcelona: «La calidad de vida no está reñida con la edad».

El cirujano recuerda que la reconstrucción en las pacientes mayores no es más compleja que la que efectúa en las jóvenes; incluso puede estar facilitada por el hecho de que, a medida que se envejece, el cuerpo ofrece ciertos recursos reconstructivos (por ejemplo, mayor presencia de grasa).

‘Breast sharing’

El grupo de Masià es un pionero de la reconstrucción en este tipo de pacientes mediante la llamada técnica «breast sharing». En realidad, esta cirugía de reparación de la mama se remonta a finales del siglo XIX, pero el concepto no llegó a desarrollarse por falta de conocimiento en la vascularización y la microcirugía. «Consiste en extraer el tejido sobrante de la mama contralateral y mantenerlo mediante vascularización que realizamos utilizando un vaso del surco intermamario; o si no, con microcirugía nos apoyamos en un vaso de la zona axilar. Ese tejido lo empleamos para reconstruir la mama». Masià recuerda que recurrieron a la técnica hace unos años para abordar a pacientes mayores que llegaban a la consulta no para solicitar una reconstrucción tras la mastectomía, sino para resolver una importante asimetría corporal.

«Los resultados son muy buenos, también desde el punto de vista de las pacientes. Sin embargo, la reconstrucción no está tan extendida como debiera: si a veces no se ofrece a pacientes jóvenes, más difícil es que se beneficien de ella las de más edad».
El cirujano insiste en que los años no contraindican la cirugía. Recuerda que hace unas semanas, en un congreso europeo sobre cáncer de mama en Milán, se debatió precisamente este punto. «Yo tengo una paciente operada con 87 años que el año pasado acudió a la revisión con 95 años. En el congreso, un grupo de Londres presentó una reconstrucción con microcirugía a una paciente de 95. Ella se encuentra bien; quién sabe cuánto puede llegar a vivir».
enero 8/2016 (Diario Médico)

enero 9, 2016 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Cirugía, Neoplasias | Etiquetas: , , , , |

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