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La claustrofobia, que puede constituir una enfermedad, requiere de un manejo terapéutico profesional, señaló la psiquiatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Liduvina González Herrera.
En entrevista, explicó que es un miedo irracional, totalmente inconsciente, en el que la persona empieza a imaginar que pueden suceder cosas, sin que éstas ocurran, al encontrarse en lugares cerrados.
La experta adscrita al Hospital de Especialidades del Seguro Social dijo que por ello es necesario diferenciar el diagnóstico de patologías como fobia generalizada, ataques de pánico o estrés post traumático que suele surgir tras un evento desagradable.
Indicó que, en el caso de la claustrofobia, el trastorno si bien pudo originarse en la infancia y manifestarse en la adolescencia y principalmente en la edad productiva, no se asocia directamente a un evento pasado o lugar en específico.
Por el contrario, aseveró que las crisis en las que se presentan los síntomas característicos de una claustrofobia que son -miedo o pánico al sentirse amenazado, sudoración, taquicardia y falta de respiración entre otros-, se desarrollan en cualquier sitio cerrado y sin ningún tipo de estímulo externo.
González Herrera alertó que alrededor del 6 al 8 % de la población en general puede padecer claustrofobia, se ha observado que se presenta con mayor frecuencia en el sexo femenino.
«Las personas solitarias que se encuentran en edad productiva, así como quienes fueron formados con educación rígida, son quienes resultan más propensos a desarrollar este tipo de fobia», aseguró.
Reiteró que es indispensable su manejo terapéutico toda vez que «no se cura sola, y puede incapacitar a la persona hasta para trabajar en un lugar, para subir a un avión o elevador, etcétera».