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Investigadores del Hospital Zambrano Hellion y del Centro de Biotecnología FEMSA del Tecnológico de Monterrey, en México, descubrieron un grupo de moléculas cardioprotectoras en el aguacate que disminuye la formación de trombos cardiovasculares, lo que constituye un avance importante en la investigación sobre los beneficios de dicho fruto.
Los doctores Gerardo García Rivas y Carmen Hernández Brenes lideran el grupo de investigación que ha estudiado diversas moléculas presentes en el aguacate, específicamente de naturaleza grasa que tienen funcionalidades en la coagulación sanguínea. “La idea surgió con el objetivo de ver diferentes aspectos moleculares en el aguacate que pudieran tener una funcionalidad biológica”, mencionó Hernández Brenes.
En entrevista los doctores García Rivas y Hernández Brenes explican cómo fue el proceso de investigación que los llevó a este importante descubrimiento en el ámbito de la salud, así como los retos que enfrentan actualmente en dicho proyecto.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), dependencia de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), México es el primer productor de aguacate en el mundo con ms de 30 % de la cosecha mundial.
En este sentido, García Rivas comentó que una de las razones de sus estudios sobre este fruto es que México es uno de los principales productores. “Esto hace que haya posibilidad de estudiar nuevas bioactividades y, sobre todo, porque la comunidad reconoce que algunas grasas que tiene el aguacate son saludables. Esas fueron parte de las razones que nos hicieron estudiar el aguacate como fuente de productos y moléculas saludables”, añadió el doctor.
Asimismo, la doctora Hernández Brenes mencionó que al inicio estudiaban los aspectos nutricionales básicos del fruto, “sin embargo, quisimos llevarlo a otro nivel y generar nuevo conocimiento. Escogimos el aguacate porque estas grasas pueden tener impacto en la salud de otras regiones del mundo si se llega a encontrar una asociación de estas grasas y el beneficio de la salud”.
La investigación, consideran los doctores, ha sido un proceso complejo de varios años. “Aproximadamente llevamos 13 años trabajando con los compuestos químicos del aguacate». Para los investigadores del Tecnológico de Monterrey este proyecto representó un área de oportunidad, ya que en el tema cardiovascular la trombosis es un tema serio “y nosotros como área de cardiología tenemos interés en encontrar moléculas que tengan potenciales cardioprotectores”, añadió García Rivas.
En cuanto a la propiedad anticoagulante, expone el doctor García Rivas, demostraron que “algunos componentes del aguacate, particularmente estas grasas de forma aislada, fueron capaces de disminuir la formación de trombos que implican riesgo cardiovascular en nuestros pacientes (…) Demostramos esta bioactividad y fue bastante similar a como lo hace el ácido acetilsalicílico —medicamento recetado a personas con problemas cardiovasculares”.
Sin embargo, durante la investigación se enfrentaron con diversas dificultades. Una de ellas fue determinar la identidad química de las nuevas moléculas. «Para poder determinar la estructura y contenido de la molécula y definirla químicamente hicimos experimentos en plaquetas humanas y en coagulación de animales. Poder tener diferentes niveles de organización es una dificultad importante, pero afortunadamente al ser parte de un centro de investigación que está en un hospital es factible que se pueda tener la infraestructura y a los pacientes para poder tomar plaquetas y hacer estudios in vitro”, comentó el doctor.
Una de las ventajas, reconoce la doctora Hernández Brenes, es contar con un equipo multidisciplinario donde cada profesionista aporta conocimiento en su área. “Tenemos un equipo porque el proyecto es retador desde el punto de vista químico, biológico, y hay más retos a futuro, queremos contestar más preguntas, nos gustaría que llegue a tener un impacto en salud y poder entender más lo que está sucediendo, entonces para todo eso se necesitan más experimentos».
En cuanto al futuro de su investigación, la doctora explica que es demostrar que las moléculas estarán disponibles para pacientes y si se podrán encontrar en la misma constitución y tener la misma bioactividad. “Ese es un hallazgo importante, lo tenemos en ratones, lo hicimos en modelos experimentales para saber cómo se dispone después de que se comen, cómo se digieren, cómo se absorben, cómo se transportan, ahí tenemos un reto muy importante: saber cómo puede llegar a tener la bioactividad dentro del sistema”.
Otra de las áreas que consideran los científicos que necesitan estudiar a fondo es la seguridad de la molécula. “A través de fondos Conacyt obtuvimos recursos para poder explorar el potencial tóxico que pudiera tener este compuesto y tenemos datos bastante interesantes que sugieren una baja toxicidad; sin embargo, se necesitan hacer más estudios para completar esta información”, afirma la doctora.
Asimismo explica que contaron con un fondo entre la Secretaría de Economía y Conacyt y “logramos dar un paso hacia obtener las moléculas en forma pura que pudieran ser ingeridas por humanos y realizar los estudios toxicológicos preliminares. Una primera etapa se realizó con este fondo; sin embargo, nos encontramos buscando fondos para continuar con la investigación. Los planes que siguen es llevarlo con humanos”, detalló Hernández Brenes.
El doctor García Rivas considera que el reciente hallazgo es un momento emocionante desde el punto de vista científico. “El disfrute está en generar conocimiento nuevo y en entender cosas que hace tiempo no sabíamos, como la existencia de esas moléculas (…) Y por supuesto, que esta información tenga la posibilidad de repercutir en algún grupo de pacientes que podrían mejorar sus condiciones de salud es algo muy valioso para todos”.
Por otra parte, la doctora Hernández Brenes expresa que una de las mayores satisfacciones que le ha dado esta investigación es pensar que pueda tener un beneficio para la sociedad “y en la etapa en que nos encontramos ya hay señales de que sí tiene potencial y de que puede llegar a ser benéfico para la salud de la sociedad mexicana. Esa es la principal satisfacción, esperemos que siga caminando en la misma dirección”, finalizó.
octubre 09/ 2015 (Noticias de la Ciencia)