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Las personas que sobreviven al cáncer es alrededor de 50 % más propensos a dejar de fumar dos años después de su diagnóstico que los fumadores sin cáncer, sin embargo la mayoría no tiene éxito en su intento de dejar de fumarencontró un nuevo estudio.
Si bien el estudio respalda la teoría de que un diagnóstico de cáncer puede ser un «momento aleccionador» para promover dejar de fumar, también reveló que un diagnóstico de este tipo no es suficiente para hacer que muchos fumadores lo dejen.
Casi 70 % de los participantes del estudio seguían fumando al menos dos años después de su diagnóstico, y 57 % seguía fumando tras cuatro años de haber sido diagnosticados con cáncer.
«Esto habla sobre la dificultad de dejar una adicción», dijo el autor principal del estudio J. Lee Westmaas, director de investigación sobre el control del tabaco en el Centro de Investigación del Comportamiento de la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society).
«También sabemos que existe evidencia de que los pacientes con cáncer que han fumado no reciben seguimiento para saber si han dejado de fumar y a menudo no reciben apoyo activo para dejarlo. Recibir el apoyo y el seguimiento podría ayudar a muchos a dejarlo», dijo.
El nuevo estudio observó a fumadores que recibieron diagnósticos de tipos de cáncer cuyos efectos normalmente no obligan a los fumadores a dejar de fumar involuntariamente. La idea fue observar los efectos de un diagnóstico en los fumadores que no se vieron obligados a dejar de fumar a causa de su enfermedad.
Los autores del estudio comenzaron la investigación porque «sabemos una buena cantidad sobre los efectos que fumar tiene en el cáncer, pero sabemos relativamente poco sobre los efectos que el cáncer tiene sobre fumar», dijo Westmaas. «Algunos estudios previos han sugerido que un diagnóstico de cáncer podría influenciar la cesación, pero se enfocaron en un cáncer particular, o usaron una muestra pequeña de fumadores».
Los investigadores examinaron estadísticas de una encuesta realizada en los Estados Unidos de 1992 a 2009. Posteriormente observaron las tasas de cesación tras dos y cuatro años luego al diagnóstico. Cada análisis incluyó más de 12.000 fumadores, algunos con cáncer, y muchos sin la enfermedad.
Cerca de 800 fumadores diagnosticados con algún cáncer que se ajuste a los criterios de inclusión del estudio, 31 % había dejado de fumar en la marca de los dos años, comparado con el 19. 5 % de quienes que no fueron diagnosticados con cáncer.
En la marca de los cuatro años, los investigadores encontraron 900 fumadores con cáncer que se ajustaban a sus criterios de inclusión. 43 % había dejado de fumar, comparado con 34 % de aquellos que no tenían cáncer.
Deborah Mayer, profesora en la Escuela de Enfermería y directora de Supervivencia de Cáncer en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, revisó los resultados del estudio y dijo que «es reconfortante ver que un diagnóstico de cáncer puede incrementar la cesación de fumar».
Los investigadores no están seguros de la razón por la cual los fumadores dejan de fumar, o no lo hacen, ya que la encuesta no lo preguntó.
«Una posibilidad es que recibir un diagnóstico puede hacer que los fumadores piensen en todas las maneras en las que pueden intentar estar saludables para que puedan combatir el cáncer», dijo Westmaas. «Esto puede incluir hacer más ejercicio o cambiar de dieta».
– ¿Qué pueden hacer los seres queridos para ayudar a los fumadores a dejarlo?
Mayer dijo que en caso de ser fumadores, ellos también deben dejar el cigarrillo. «Muchos fumadores viven con otros fumadores. Si los seres queridos son fumadores, lo más importante que pueden hacer para ser útiles es dejar de fumar para facilitarle a la persona con cáncer el dejar de fumar también», dijo ella.
Westmaas no recomienda un acercamiento agresivo basado en un mensaje como, «Usted se va a morir».
«Un acercamiento», él dijo, «sería expresar cariño y preocupación sobre el acto de fumar del ser querido de manera que no confronte, reconocer la dificultad de dejarlo, y ofrecer información sobre la cesación o recursos».
El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Clinical Oncology
mayo 31 / 2015 (Proyecto Salud)