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El desarrollo cognitivo de los niños que asisten a escuelas expuestas a contaminación del aire por su proximidad al tráfico es más lento, concluye un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) de Barcelona publicado recientemente en «PLOS Medicine«.
El Creal informó de que el objetivo del trabajo, enmarcado en el proyecto europeo Breathe y del que es autor principal Jordi Sunyer, fue evaluar si la exposición a los contaminantes atmosféricos relacionados con el tráfico se asociaba con el desarrollo cognitivo de los niños en las escuelas de primaria. Estudios previos en animales habían demostrado que partículas ultrafinas procedentes de aire de motores de escape y diesel provocaban una expresión elevada de citocinas y estrés oxidativo en el cerebro y un comportamiento animal alterado.
El trabajo concluye que los niños de escuelas altamente contaminadas tienen un menor crecimiento en el desarrollo cognitivo que los de centros educativos poco contaminados; en concreto, los sometidos a niveles altos de contaminación, tanto en la clase como en el patio, experimentan un menor crecimiento de las funciones cognitivas esenciales para el aprendizaje, del 7 % anual, en contra del 11 % (4 puntos más) registrado en alumnos de escuelas menos contaminadas. Eso puede tener consecuencias en el rendimiento escolar y el comportamiento, según Sunyer. Explicó a este diario que, a su juicio, la trascendencia del estudio observacional y prospectivo realizado entre enero de 2012 y marzo de 2013 reside, entre otros, en el tamaño de la muestra y en que se midió directamente la contaminación del aire.
Se estudiaron, en concreto, 2897 niños de 7 a 10 años de 39 escuelas (cuatro evaluaciones consecutivas, mediante pruebas computarizadas en series de 40 minutos de duración, de las trayectorias individuales en el crecimiento anual del desarrollo cognitivo en las funciones de memoria de trabajo y de atención). Y se midió la contaminación debida al tráfico dos veces durante las campañas de una semana tanto en el patio como en el aula de forma simultánea.
Sunyer destacó que se tuvo en cuenta que todos los niños fuesen iguales en lo concerniente a variables socioeconómicas, ocupación paterna, lactancia materna y otras, pero diferentes en los niveles de contaminación atmosférica de sus respectivas escuelas.
marzo 4/2015 (Diario Médico)