La proliferación de ofertas para mejorar la composición corporal y estar en forma con la ayuda de la electroestimulación no parece tener fin. ¿Es real y saludable? ¿Funciona? Según Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte (Femede), «la electroestimulación lleva años usándose en Medicina y tiene utilidad por su capacidad para obligar al músculo a contraerse de forma involuntaria. Es de especial interés en rehabilitación» para la recuperación de lesiones, ha explicado a DM Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte (Femede).

Juan José Molina, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y profesor investigador de la Universidad Europea de Madrid, ha afirmado que le da cierto reparo la proliferación de este método pero aconseja que si se va a realizar solo lo haga gente entrenada y acostumbrada a hacer ejercicio y siempre que la preparación la guíen monitores bien formados. «La electroestimulación es útil, pero hay que usarla de forma controlada».

Según Manonelles, sirve para ganar fuerza y masa muscular y aunque en ésta última la ganancia sea pequeña, se logra una mejor función del músculo. «Pero cada músculo o cada paquete muscular hay que estimularlo independientemente. ¿Cuántos electrodos tenemos que poner? Por lo menos por grupos, así que ¿cuántas horas se necesitaría aplicar los electrodos para estimular bilateralmente a una persona? Desde el punto de vista del entrenamiento tiene un interés limitado precisamente porque metodológicamente es complicado».

Según la publicidad de los centros donde se oferta, se debe realizar ejercicio al tiempo que se viste un chaleco corporal con electrodos conectados a un software. «El cuerpo recibe una estimulación voluntaria y otra involuntaria, y el sistema nervioso central no realiza esta estimulación. Ahí entramos en conflicto sobre si eso va a generar una mayor coordinación o al contrario y hay que analizar cómo interpreta el cerebro la sobreestimulación externa», ha dicho Molina. Sus efectos deberán investigarse para discernir si produce efectos positivos o negativos (ver apoyo).

El beneficio inmediato que la publicidad promete en el peso y la forma física ha disparado el uso de la electroestimulación entre la población. No obstante, parece que se contraindica su realización a hipertensos, cardiópatas y pacientes con prótesis internas, aunque no hay suficiente evidencia. «En mi opinión, el uso continuado provocará problemas en algunos clientes, igual que ocurrió con las plataformas de vibración», ha añadido Molina.

¿En entrenamiento?
Aparte de la rehabilitación, en la que los músculos lesionados están en una situación desfavorable, Manonelles ha aventurado que las aplicaciones en entrenamiento deberían ser muy concretas y buscando la recuperación o la rehabilitación. «La moda va dirigida al consumo masivo. Nadie va a negar que la electroestimulación sea útil, pero en entrenamiento tengo muchísimas dudas», ha afirmado Manonelles.

Según él, tampoco está demostrado que sirva para perder peso, para lo cual «hay que aumentar el consumo energético. Hacer la electroestimulación en movimiento tiene problemas técnicos, los electrodos se pueden soltar, se puede irritar la piel y el periodo de aplicación es limitado. Por mucho que se haga en ejercicio tiene la utilidad que tiene y no deja de ser una forma más de musculación», ha concluido.

Molina ha hecho hincapié en que el dolor muscular que se produce tras la sesión es excesivamente intenso. «La acumulación de metabolitos parece muy grande. Intentaremos medirlo porque quizá ese dolor puede generar en la población que no hace deporte asiduamente la sensación de que han hecho un buen trabajo y lo han aprovechado. Los que somos activos intentamos evitar precisamente eso: después de una sesión de entrenamiento hay que tener la sensación de estar cargado, no roto».
Próximas líneas de investigación

En la Universidad Europea de Madrid ya se están realizando líneas de investigación para conocer los efectos, positivos o negativos, del uso de la electroestimulación en el entrenamiento físico. El equipo de Juan José Molina comenzará la semana que viene a comparar el efecto en la composición corporal del trabajo con electroestimulación de 20 minutos uno o dos días a la semana con otros ejercicios voluntarios. Asimismo, otro estudio analizará el aumento de la fuerza en repetición máxima. «Queremos ver si hay esos incrementos tan espectaculares realizando una sesión de entrenamiento de 20 minutos uno o dos días a la semana en gente entrenada; con los no entrenados es muy fácil que haya resultados».
enero 22/2015 (Diario Médico)

enero 23, 2015 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Medicina Deportiva | Etiquetas: , , |

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