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Un estudio divulgado en Estados Unidos descarta cualquier vínculo entre las múltiples vacunas que reciben los niños en los primeros dos años de vida y el hecho de padecer autismo, una preocupación que comparte un tercio de los padres estadounidenses.
A pesar de que los niños están recibiendo más vacunas en la actualidad que en la década de 1990, no existe ninguna relación entre darles «demasiadas vacunas en los primeros dos años de vida» y el autismo, señaló el estudio publicado en la revista Journal of Pediatrics ( DOI 10.1016/j.jpeds.2013.02.001).
Aproximadamente uno de cada 10 padres estadounidenses se niega a vacunar a sus hijos, o retrasa las dosis, porque cree que esto es más seguro que seguir el programa difundido por la agencia federal de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), según investigaciones anteriores.
Estudios previos ya han demostrado que no hay vinculación entre las vacunas y el autismo, entre ellos, una exhaustiva revisión de 2004 por parte del Instituto de Medicina.
En esta ocasión, los expertos del CDC decidieron investigar la exposición de los niños a los antígenos, las sustancias en las vacunas que hacen que el organismo produzca anticuerpos para combatir infecciones y enfermedades.
Los investigadores analizaron los datos de 256 niños con algún trastorno autista a través de tres diferentes organizaciones de atención médica en Estados Unidos.
Luego, compararon la exposición acumulativa a los antígenos en esos niños con la de 752 niños sin autismo.
«No encontramos ninguna evidencia que indique una asociación entre la exposición a los anticuerpos que estimulan las proteínas y los polisacáridos contenidos en las vacunas durante los primeros dos años de vida y el riesgo de contraer un trastorno del espectro autista, un trastorno de autismo o un trastorno del espectro autista con regresión», dijo el estudio.
Tampoco hallaron ningún vínculo entre el autismo y la exposición acumulativa a los antígenos, ya sea desde el nacimiento hasta los dos años o en el curso de un solo día después de recibir múltiples vacunas en un consultorio médico, dijo.
«Estos resultados indican que las preocupaciones de los padres de que sus hijos están recibiendo demasiadas vacunas en los primeros dos años de vida o demasiadas vacunas en una sola visita al médico no son compatibles en términos de un mayor riesgo de autismo», dijo.
El autismo afecta a uno de cada 88 personas en Estados Unidos y aproximadamente a uno de cada 100 en Gran Bretaña. Este desorden cerebral no tiene una causa única conocida, pero los expertos creen que puede ser provocado por una combinación de la genética y el medio ambiente.
marzo 29/2013 (AFP) –
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
Frank DeStefano,Cristofer S. Price, Eric S. Weintraub.»Increasing exposure to antibody-stimulating proteins and polysaccharides in vaccines is not associated with risk of autism». The Journal of Pediatrics. Mar 29, 2013