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La especialista en Geriatría adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) 89 del IMSS, Julieta Moreno Vargas, dijo que es frecuente la pérdida de sed y apetito en los adultos mayores, lo cual propicia problemas de deshidratación y desnutrición en este segmento de la población derechohabiente.
Manifestó que la primera se produce por una disminución en la hormona diurética que ocurre conforme avanza la edad.
«Por lo que toca a la disminución del apetito en los adultos mayores, existen varios factores, como los problemas de masticación, derivados de la pérdida de piezas dentales común a esta edad.»
Comentó que muchos adultos mayores atraviesan por estados de depresión o tristeza, lo que ocasiona que no quieran comer «y menos solos, por lo que se recomienda que la ingesta de alimentos sea en horas fijas y en familia para motivar al adulto».
Mencionó que muchos adultos mayores sufren de atrofia de las papilas gustativas debido a la ingesta prolongada de algunos medicamentos.
«La alimentación o dieta del adulto mayor debe ser balanceada, variada y con aporte nutricional suficiente para fortalecer huesos y tejidos, así como órganos vitales, además de que no puede faltar el consumo de antioxidantes para disminuir los impactos de la degeneración que acompaña al proceso natural del envejecimiento».
Señaló que el aporte calórico diario para una persona mayor de 60 años, «se calcula con la siguiente fórmula: 30 calorías por cada kilogramo de peso si la persona realiza actividad física y 25 calorías por cada kilogramo si es sedentario».
Explicó que en cuestión de hidratación diaria, se aconseja la ingesta de ocho vasos de agua, «e inclusive los caldos son buenos para la recuperación de líquidos».
Afirmó que debido a que el metabolismo y sistema digestivo del adulto mayor tiende a ser lento suelen padecer de estreñimiento, por lo que se recomienda incrementar la ingesta de fibras.
Expresó que lo ideal es que se integren a la dieta tres porciones de verduras y dos porciones de frutas al día, «se debe tener preferencia por los vegetales rojos y de hojas verdes, los cuales contienen una mayor cantidad de antioxidantes».
En cuanto a los lácteos, indicó que lo idóneo es incluir tres porciones diarias, «respecto a la proteína se recomiendan dos porciones diarias de no sólo carnes, pollo y pescado, sino lentejas, frijoles y huevo, aunque de este último sólo debe consumirse tres a cuatro piezas por semana».
Subrayó que la alimentación diaria debe dividirse en cinco porciones, que incluya colaciones de fruta y verdura, además se debe suprimir el consumo de café y bebidas alcohólicas, que además propician mayor dificultad para dormir.
Recomendó a los adultos mayores realizar caminatas diarias durante 30 minutos y acudir mensualmente a su unidad de medicina familiar para mediciones de talla y peso, y además detectar pérdidas aceleradas de masa muscular.
marzo 11/2013 (Notimex).-
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»