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En uno de los estudios más grandes de su tipo, un equipo internacional de científicos ha arrojado nueva luz sobre las bases genéticas de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII).
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, las dos formas más comunes de EII, son trastornos digestivos inflamatorios crónicos que afectan a 230 000 canadienses. EL Dr. John Rioux, investigador en el Instituto del Corazón de Montreal y profesor asociado de medicina en la Universidad de Montreal, es uno de los investigadores que han identificado 71 regiones genéticas nuevas relacionadas con la enfermedad intestinal inflamatoria (EII), aumentando el número total descubierto hasta la fecha a 163, en uno de los estudios más grandes de su tipo. Asimismo, el estudio señala que estas regiones mostraron una superposición sorprendente con las implicadas en las enfermedades autoinmunes y en inmunodeficiencias. Incluso más sorprendente fue la observación de un solapamiento significativo con regiones genéticas que controlan la respuesta a las infecciones microbianas, tales como en el caso de la tuberculosis. Estos puntos destacados fueron publicados en la prestigiosa revista científica Nature.
Por otra parte, estos hallazgos sugieren que la EII son resultado de sistemas de defensa inmunes hiperactivos que se desarrollaron para combatir las infecciones bacterianas graves. En la EII, el sistema inmune del cuerpo produce una reacción inflamatoria continua en el tracto intestinal que daña la pared intestinal, lo que conduce a diarrea y dolor abdominal. Pacientes con EII suelen requerir tratamiento de por vida con tratamiento farmacológico, y con frecuencia necesitan cirugía para reparar el daño tisular causado por la enfermedad.
Investigaciones conjuntas
Hasta este punto, los investigadores han estado estudiando la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa por separado. Este estudio se basa en el hecho de que parece que hay gran cantidad de superposición genética entre los dos trastornos.
En la primera etapa del estudio, los investigadores llevaron a cabo un «meta-análisis» de 15 estudios genómicos anteriores tanto de las enfermedades de Crohn (EC) como de colitis ulcerativa (CU), las dos formas más comunes de EII, creando una gran base de datos que combina información genética de unas 34 000 personas que participaron en esos estudios. Los resultados, entonces, formaron parte de un segundo meta-análisis que incluyó datos de nuevas exploraciones de todo el genoma de más de 41 000 muestras de ADN de pacientes con EC y CU y sujetos sanos como control recogidos en 11 centros de todo el mundo por el Consorcio Internacional de Genética de la EII.
«Hemos expandido ampliamente el mapa de regiones genéticas que están asociadas con la EII», coincidió el Dr. John Rioux, coautor principal del estudio y director del Consorcio, con Jeffrey Barrett, del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge, Inglaterra, autor principal del estudio. «Cada una de estas regiones solo aumenta la probabilidad de una persona de desarrollar EII en una fracción de 1 % e incluso, consideradas en conjunto, no nos pueden decir quienes desarrollarán o no la enfermedad. Pero cada uno de ellas cuenta una pequeña historia acerca de la biología de esta dolencia, y mediante la combinación de ellas se encuentran las vías biológicas que, si se interrumpen, pueden conducir a la EII. »
Sistema inmune: un factor importante
El Dr. Rioux y el equipo internacional de investigadores también estudiaron la actividad de los genes en sus regiones de EII en cientos de diferentes tipos de células implicadas en el sistema inmune. Ellos encontraron que ciertas células tendían a producir más de estos genes con EII, incluyendo muchos que están involucrados en la defensa primera línea del organismo contra la invasión. Esto ilustra que una respuesta inmune parece ser un factor importante en la EII: cuando se detecta una bacteria, estas células no solo son activadas, también se vuelven hiperactivas.
«Vemos un acto de equilibrio genético entre la defensa contra la infección bacteriana y el ataque a las células del propio organismo», dijo el Dr. Barrett. «Muchas de las regiones que encontramos están involucradas en el envío de señales y respuestas para defender contra las bacterias malas. Si estas respuestas están sobre-activadas, se comprobó que podían contribuir a la inflamación que conduce a la EII.»
Cerca de 100 científicos de 15 países contribuyeron al nuevo trabajo, lo que «pone de manifiesto el increíble poder que el trabajo conjunto de un equipo grande puede tener», dijo Barrett. «Esto no habría sido posible sin las miles de muestras de ADN de pacientes con estas condiciones reunidas por el International IBD Genetics Consortium. Colectivamente, nuestros resultados han comenzado a descubrir los mecanismos biológicos detrás de esta enfermedad».
Acerca de las enfermedades inflamatorias del intestino
La EII resulta de la inflamación en el sistema digestivo y afecta a 2,5 millones de personas en todo el mundo. Con más de 230 000 casos, Canadá está entre los países con más alta frecuencia de personas con EII en el mundo. Aunque puede afectar a cualquier grupo de edad, la EII es más propensa a desarrollarse en adolescentes y adultos entre 15 y 30 años de edad. La EII es una enfermedad debilitante para toda la vida. Puede tener un impacto devastador en las actividades físicas y sociales de los afectados.
noviembre 19/2012 (Eurekalert)
Luke Jostins, Stephan Ripke, Rinse K Weersma, et al. Host-microbe interactions have shaped the genetic architecture of inflammatory bowel disease. Nature 2012; 491, 119-124, doi:10.1038/nature11582.