La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta al esqueleto axial –articulaciones sacroilíacas y columna vertebral–, aunque en ocasiones puede afectar a otras articulaciones y que, con el tiempo, puede dar lugar a una incapacidad permanente. Sin embargo, el doctor Javier del Pino, jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Salamanca, ha destacado la importancia de la detección precoz para evitar que el paciente llegue a la discapacidad.

Según ha explicado, durante la tercera edición del Proyecto Imagen en Espondiloartritis (IMAS), el diagnóstico temprano, «por un lado, permitirá corregir las manifestaciones clínicas y conseguir que el paciente se reintegre a una actividad social y laboral normal; por otro lado, detendrá la evolución de la enfermedad y así se evitará que llegue a la discapacidad que puede aparecer en los casos más evolucionados».

Para adelantar el diagnóstico han destacado el papel de las resonancias magnéticas, que pueden identificar lesiones diagnósticas en la articulación sacroilíaca hasta en un 70 u 80% de los casos. Concretamente, el experto ha destacado que la resonancia magnética nuclear y la ecografía, especialmente la primera a nivel axial y la segunda en entesis y articulaciones periféricas, ya que, afirma, «proporcionan datos muy precoces acerca de la existencia de inflamación».

El principal problema en los casos de diagnóstico tardío es que el tratamiento con terapias biológicas no se empieza hasta que el proceso inflamatorio está muy avanzado y ha podido causar deformidad estructural no solo de la columna vertebral, sino también en articulaciones periféricas como las caderas.

«Si la enfermedad evoluciona durante algún tiempo sin control de la actividad, aparecerán lesiones irreversibles que se acompañan de limitación funcional permanente de las zonas afectadas con restricción de la capacidad para las actividades de la vida diaria», aclara Pino.

Por tanto, cuanto más tarde se diagnostica una espondiloartritis, peor es el pronóstico de la enfermedad. Sin embargo, los reumatólogos coinciden en destacar el optimismo tanto por las nuevas técnicas de diagnóstico como por la introducción en los últimos años de la terapia biológica en el tratamiento, ya que la llegada de los anti-TNF ha supuesto un cambio paradigmático de las posibilidades terapéuticas porque puede controlarse la evolución natural de la enfermedad en muchos pacientes.

El Proyecto IMAS, puesto en marcha por Grupo Español para Estudio de las Espondiloartropatías de la Sociedad Española de Reumatología (GRESSER), en colaboración con Pfizer, y el aval de la Sociedad Española de Reumatología (SER), tiene como objetivo ofrecer a reumatólogos de toda España cursos destinados a la formación en las nuevas técnicas de imagen en espondiloartritis, que juegan un papel fundamental en el diagnóstico precoz de la enfermedad.
octubre 3/2012 (JANO)

octubre 5, 2012 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Reumatología | Etiquetas: , , |

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