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Las altas tasas de obesidad y sobrepeso en España redirigen la prevención y tratamiento de estas enfermedades hacia la atención primaria, donde los pediatras, médicos de familia y las enfermeras deben tratar de «convencer de los riesgos que entrañan estas enfermedades, con información clara, precisa y rigurosa, y por supuesto, con tiempo para poder explicarla», según José Lapetra, médico de familia y responsable de un grupo de investigación del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn).
Según datos del Estudio DARIOS publicado en la Revista Española de Cardiología en marzo del pasado año, el porcentaje de obesidad en España en ambos sexos se situaba en el 29 % mientras que la cifra de sobrepeso en hombres superaba el 50 % y en mujeres el 36 %. Además, se advierte una relación entre un nivel socioeconómico bajo y un incremento del riesgo de padecer obesidad, siendo Canarias, Andalucía y Extremadura, las comunidades autónomas con mayor prevalencia de obesidad.
«La labor fundamental de los profesionales que trabajan en atención primaria debe centrarse en la realización de actividades de prevención y promoción de la salud, potenciando y estimulando hábitos de vida saludables, centrados en la dieta y en la práctica de ejercicio físico», afirma Lapetra. La asistencia en atención primaria podría actuar como un filtro que puede ahorrar un gasto importante a la sanidad pública, al tratar y prevenir determinadas enfermedades sin necesidad de llegar al especialista.
Según Lapetra, adaptar el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso a la atención primaria en la práctica no supone ningún cambio, ya que los profesionales sanitarios llevan abordando estas enfermedades desde hace mucho tiempo en las consultas. «Otra cuestión es que deberían potenciarse las vías de comunicación entre los diferentes niveles asistenciales para que la continuidad asistencial sea una realidad y no sólo un objetivo etéreo», comenta Lapetra.
Los hábitos de vida, la dieta y el ejercicio físico, son determinantes fundamentales del estado de salud de los individuos, en España, «en las ultimas cuatro décadas, se ha apreciado una convergencia en los hábitos dietéticos de los países del norte y sur de Europa con un aumento del 20 % del aporte energético, un incremento del 40 % en la energía aportada en forma de grasa y una reducción del 20 % de la energía aportada por carbohidratos», dice el experto. Lo que añadido al hábito de sedentarismo especialmente en adultos, se traduce a una epidemia de obesidad que supera a la mayoría de países europeos.
«La atención primaria es la puerta de entrada a nuestro sistema sanitario, por lo que los profesionales que trabajamos en ella estamos en una situación privilegiada para tener una visión general de los problemas de salud que afectan a los ciudadanos», dice Lapetra, que asegura que el médico de familia aborda la enfermedad del paciente teniendo en cuenta factores orgánicos, psicológicos o sociales, que garantizan una asistencia completa. «Los profesionales que trabajan en atención primaria son realmente eficientes, el 95 % de los más de 300 millones de consultas que se producen anualmente en este nivel asistencial se resuelven sin necesidad de interconsulta».
Resulta vital la comunicación entre médico y paciente, ya que no solo se trata de explicar las consecuencias negativas de los hábitos insalubres sino de abordar la prevención de una manera continuada para lo que es necesario disponer de más tiempo en consulta «el tiempo es, por desgracia, un bien escaso en las consultas de atención primaria», concluye Lapetra.
septiembre 3/2012 (Diario Médico)