El tratamiento del carcinoma renal, basado en la terapia antiangiogénica, podría mejorar con la obtención de nuevos biomarcadores.

El Instituto de Oncología Valle de Hebrón (VHIO) y el Hospital Universitario Valle de Hebrón, ambos en Barcelona, han organizado una reunión científica sobre carcinoma de células renales, que ha contado con la participación de expertos procedentes del Centro Oncológico Taussig de Cleveland (Estados Unidos) y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), de Barcelona.

El objetivo de la reunión era proporcionar una actualización de los últimos avances en cáncer renal y ofrecer la posibilidad de debatir y compartir opiniones. Como ha recordado Brian Rini, profesor asociado de Medicina de la Universidad de Cleveland, la terapia antiangiogénica es la más relevante en cáncer renal. «En Estados Unidos se administran fármacos como sunitinib en primera línea al menos en el 60 % de los pacientes, con otras opciones en segunda línea y nuevos agentes recientemente aprobados. En la actualidad, optamos por una secuencia de monoterapias, aunque debe mejorarse, porque no sabemos qué fármaco es mejor para un paciente determinado con respecto a otro. Pero pensamos que sunitinib es la mejor opción y, cuando fracasa el tratamiento, optamos por otro y por el seguimiento», ha enumerado.

En su opinión, para mejorar la situación actual es preciso impulsar la investigación en nuevos biomarcadores predictivos validados, pero, «desgraciadamente, no los tenemos todavía, aunque hay algún indicio». Entre los trabajos en este campo ha citado el de Jesús García-Donas, que fue publicado por The Lancet Oncology el pasado mes de octubre, en el que se describía cómo determinados polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) se correlacionaban con respuesta a fármaco o toxicidad.

«Hemos trabajado mucho en hipertensión inducida a la célula por cambios de presión pero, de nuevo, tampoco puede usarse en la práctica clínica para seleccionar a los pacientes. Como he indicado, tenemos algunas pistas, pero creo que pasarán muchos años antes de que dispongamos de una herramienta similar a la mutación EGFR en cáncer de pulmón, de manera que, si el paciente la tiene, se le administra un fármaco determinado y, si no, le administro otro; eso es lo que necesitamos», ha asegurado.

Diversidad en respuesta
Su investigación se centra en nuevos fármacos y en estos nuevos marcadores con modelos animales de resistencia, que intentan responder a por qué los pacientes reaccionan a uno u otro tratamiento, o se vuelven resistentes a él y qué hacer a continuación. También trabaja en nuevas pautas de administración intermitente, tratando de reducir los efectos secundarios manteniendo la efectividad.

El carcinoma renal es una enfermedad tanto de diagnóstico como de manejo complejo. Como ha indicado Rini, responsable de la Unidad de Tumores Sólidos del Centro Oncológico Taussig de Cleveland, «la mayoría de los pacientes no tienen síntomas y al someterse a una tomografía computarizada por otro motivo se descubre que tienen una anomalía en el riñón o en otra región».

En cuanto al manejo, ha indicado que la incorporación de nuevos fármacos está haciéndolo cada vez más complejo: «Cuando comencé a trabajar en este campo sólo disponíamos de interferón e interleucina y era sencillo; ahora tenemos ocho tratamientos aprobados por la Aagencia -estadounidense- de Alimentos y Fármacos ( FDA), con diferentes mecanismos y efectos secundarios; ahora es más difícil».

EN COLABORACIÓN
Brian Rini, de la Universidad de Cleveland, ha alabado el esfuerzo colaborativo y la necesidad de impulsar jornadas como la celebrada en el Hospital Valle de Hebrón, «porque no hay un centro en el mundo que pueda hacerlo todo. Nosotros tenemos experiencia desde el punto de vista clínico y de laboratorio en determinadas áreas, mientras que en otros centros son fuertes en otros aspectos. Esto nos permite multiplicar nuestros esfuerzos y abrir nuestras mentes para trabajar mejor: tales colaboraciones internacionales son extremadamente útiles».
julio 29/2012 (Diario Médico)

Garcia-Donas, Jesus Esteban, Emilio Leandro-García, Luis Javier Castellano, Daniel E. del Alba, Aranzazu González Climent, Miguel Angel Arranz, et. al.   Single nucleotide polymorphism associations with response and toxic effects in patients with advanced renal-cell carcinoma treated with first-line sunitinib: a multicentre, observational, prospective study. The Lancet Oncology, 12 (12), p.1143-1150, nov 2011.

julio 30, 2012 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Nefrología, Oncología | Etiquetas: , , , |

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