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Un equipo de la Universidad de California en San Diego ha localizado dos proteínas que evitan el mal plegamiento de otras proteínas alteradas en los pacientes con Huntington.
Un estudio que se publica en Science Traslational Medicine (DOI: 10.1126/scitranslmed.3003799 ), coordinado por Albert La Spada, del Departamento de Genética y de Pediatría de la Universidad de California en San Diego, ha identificado dos proteínas reguladoras críticas en el aclaramiento de las proteínas mal plegadas que se acumulan y provocan neurodegeneración en la enfermedad de Huntington.
El trabajo puede ayudar a explicar aspectos fundamentales de cómo el Huntington siembra confusión en las células y proporciona oportunidades terapéuticas. El grupo de La Spada se ha centrado en la proteína PGC-1 alfa, que ayuda a regular la formación y el funcionamiento de la mitocondria, donde se genera la energía necesaria para las funciones celulares.
Datos anteriores
Estudios previos del grupo habían demostrado que una mutación en el gen hht interfiere con el funcionamiento normal de PGC-1 alfa. «El estudio confirma estos datos. Es más, hemos constatado que niveles elevados de PGC-1 en modelo murino de Huntington han eliminado de forma virtual las proteínas mal plegadas».
En sus experimentos, los ratones con Huntington cruzados con ratones que producen niveles elevados de PGC-1alfa mostraron una gran mejoría. Se eliminó la producción de proteínas mal plegadas y los ratones se comportaron de forma normal. «Se pudo prevenir la degeneración de las células y las neuronas no se eliminaron».
La PGC-1alfa y el factor de transcripción EB proporcionan una nueva diana terapéutica para dicha neurodegeneración. «Sería una buena opción terapéutica si logramos inducir una mejor función del sistema nervioso con la activación de la PGC-1alfa y con el factor de transcripción EB».
julio 12/2012 (Diario Médico)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
T. Tsunemi, T. D. Ashe, B. E. Morrison, K. R. Soriano, J. Au, A. R. Spada. PGC-1α Rescues Huntington’s Disease Proteotoxicity by Preventing Oxidative Stress and Promoting TFEB Function. Sci. Transl. Med. 4, 142ra97 (2012).