Un electroencefalograma (EEG), una prueba que muestra la actividad eléctrica del cerebro, podría usarse para detectar el autismo en los niños, sugiere un estudio reciente.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, observó la sincronización de la actividad cerebral entre distintas regiones del cerebro, según la medía un EEG.

«Estos científicos usaron sensores para registrar la actividad eléctrica del cerebro en varias regiones distintas del cuero cabelludo», explicó Geraldine Dawson, directora científica del grupo de defensoría Autism Speaks. «Entonces, observaron hasta qué grado la actividad cerebral de una región estaba sincronizada con la de otra», un fenómeno conocido como «coherencia del EEG», señaló Dawson, quien no participó en la investigación.

«La sincronización entre las distintas regiones del cerebro indica que esas regiones funcionan de forma coordinada, en lugar de independientemente. En otras palabras, están funcionalmente conectadas y se comunican entre sí», apuntó.

En el nuevo estudio, el Dr. Frank Duffy y la Dra. Heidelise Als compararon medidas de EEG de casi mil niños con y sin autismo. Hallaron que los dos grupos presentaban extensas diferencias en términos de la conectividad cerebral.

El EEG reveló que los niños con autismo tenían una conectividad de rango corto reducida, lo que indica un mal funcionamiento de las redes locales del cerebro. Esto fue particularmente así en las regiones del hemisferio izquierdo del cerebro encargadas del lenguaje.

Los niños autistas también tenían más conectividad entre regiones del cerebro que estaban a mayor distancia, lo que podría ser un mecanismo desarrollado para compensar por la reducción en la conectividad a rango corto, apuntaron los investigadores.

La investigación se llevó a cabo en el Hospital Pediátrico de Boston, y aparece en la revista BMC Medicine (doi:10.1186/1741-7015-10-64).

El uso de pruebas de EEG podría ayudar a diagnosticar el autismo en los niños y mejorar la detección precoz en los bebés, llevando a tratamientos y estrategias de afrontamiento más eficaces, señalaron los investigadores.

«Lo que este estudio tuvo de único fue el gran número de niños estudiados», anotó Dawson. «De forma consistente con muchos estudios anteriores que usaron EEG e IRM funcional tanto en niños como en adultos con autismo, estos investigadores hallaron que, en general, los niños autistas muestran una coordinación (coherencia) reducida entre regiones cerebrales».

Afirmó que los hallazgos son importantes porque «nos ayudan a comprender el motivo de que los individuos con autismo tengan dificultades con las conductas complejas, como la interacción social y el lenguaje. A medida que los cerebros de los niños se desarrollan, las distintas regiones cerebrales se conectan cada vez más, permitiendo la adquisición de conductas complejas que requieren de la coordinación entre distintas regiones del cerebro».

El lenguaje, por ejemplo, requiere coordinación entre las regiones auditiva, visual y motriz del cerebro, además de la participación de la corteza prefrontal, señaló.

«Esa conectividad funcional reducida en el cerebro nos ayuda a comprender los impedimentos asociados con el autismo», añadió. «La esperanza es que una intervención conductual temprana pueda ayudar a mitigar esos impedimentos funcionales, ayudando a formar las conexiones que se desarrollan de forma natural en los niños normales».

Otro experto estuvo de acuerdo.

«Aunque el autismo todavía es un diagnóstico principalmente clínico, este estudio… podría permitir un nuevo método para clasificar a los niños con autismo, y podría incluso ayudar en la identificación precoz de los niños a una edad más temprana», aseguró el Dr. Andrew Adesman, jefes de pediatría del desarrollo y conductual del Centro Médico Pediátrico Steven y Alexandra Cohen de Nueva York, en New Hyde Park, Nueva York.

Recientemente, el número de niños diagnosticados con autismo en EE. UU. aumentó a uno de cada 88.
junio 26/2012 (Medlineplus)

Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.

Frank H Duffy, Heidelise Als. A stable pattern of EEG spectral coherence distinguishes children with autism from neuro-typical controls – a large case control study.BMC Medicine 2012, 10:64; jun 26/2012

junio 28, 2012 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Neurología | Etiquetas: , , |

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