La presencia de periodontitis (o infección en las encías) debe ser considerada como un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular y, por lo tanto, se aconseja su prevención y tratamiento. Así lo recoge la versión 2012 de las guías promovidas por la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC) para la prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica.

Estas directrices proceden de los trabajos efectuados por la 5ª Joint Task Force de la Sociedad Europea de Cardiología y otras sociedades científicas afines relacionadas con la prevención de la enfermedad cardiovascular.

Aunque ya se tenían numerosas evidencias científicas y clínicas sobre el impacto negativo que tiene la periodontitis en el ámbito cardiovascular y sobre el aumento de aparición de eventos cardiovasculares en personas con periodontitis, esta recomendación de la ESC supone un espaldarazo definitivo para la estrategia de prevención y manejo de las infecciones de las encías, con el objetivo de evitar consecuencias nefastas a nivel cardiovascular.

“Para nuestra especialidad, y en general, para la promoción de la salud periodontal, esta recomendación es un hito, puesto que sitúa a la periodontitis en la misma línea que otras enfermedades que han demostrado tener una clara repercusión sobre la salud cardiovascular (como la diabetes o la hipertensión arterial)”, destaca el Dr. Mariano Sanz, Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid. Según este Catedrático de Periodoncia y Patrono de la Fundación SEPA, “lo cierto es que en los últimos años hemos ido teniendo cada vez un mayor conocimiento sobre la interrelación que existe entre las enfermedades de las encías y la salud general”.

En concreto, en las guías se advierte expresamente que la periodontitis se asocia con la aparición de disfunción endotelial, aterosclerosis y con un incremento del riesgo de infarto de miocardio e ictus. De la misma forma, se reconoce que otros factores, como el bajo nivel socioeconómico y el hábito tabáquico, también pueden tener una importante influencia (y actuar como factores de confusión) en esta relación entre periodontitis y enfermedades cardiovasculares.

Por todo ello, en las Guías de la ESC se subraya que “la periodontitis puede ser considerada como un indicador de riesgo para alcanzar un bajo estatus de salud cardiovascular” y, por eso, se afirma que “su tratamiento está indicado de la misma forma que lo está el manejo de los otros factores de riesgo cardiovascular subyacentes”.

En estas guías, la periodontitis se sitúa en un apartado junto a otros trastornos de reconocido impacto negativo en la esfera cardiovascular, como la enfermedad renal crónica, la apnea del sueño, las enfermedades autoinmunes, la gripe o la disfunción eréctil.

Evidencias sólidas
Cardiólogos y odontólogos coinciden en asegurar ya que las enfermedades que afectan a las encías (especialmente las infecciones periodontales) son un factor de riesgo para sufrir episodios coronarios, algunos tan graves que pueden llegar a poner en peligro la supervivencia del paciente (como el infarto de miocardio).

De hecho, recientemente la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) se han unido para tratar de arrojar luz sobre la vinculación que existe entre las enfermedades periodontales y las cardiovasculares, dando lugar a un manual sobre “Patología Periodontal y Cardiovascular: su interrelación e implicaciones para la salud”, que pretende erigirse en referencia para especialistas y médicos de Atención Primaria españoles.

En las enfermedades periodontales se libera en la sangre una gran cantidad de mediadores inflamatorios que pueden depositarse en diferentes órganos, siendo una de las fuentes más importantes de liberación de estos mediadores al torrente sanguíneo. En este sentido, se ha demostrado que la presencia de ciertos mediadores inflamatorios en las arterias coronarias es capaz de desencadenar la movilización de la placa de ateroma, que obstruyendo la luz de la arteria coronaria desencadena el infarto.

Además, nuevos trabajos apoyan la hipótesis de que los patógenos bacterianos procedentes del biofilm subgingival, así como la resultante respuesta que inducen en el hospedador, están directamente implicados en el desarrollo de la lesión aterosclerótica y, con ello, con un aumento del riesgo de acontecimientos cardiovasculares.

Por otro lado, en los últimos años se ha constatado que la asociación entre enfermedades periodontales y diabetes es bidireccional, es decir, que no solo la Diabetes Mellitus aumenta el riesgo de sufrir enfermedad periodontal, sino que ésta puede afectar a la DM (alterando el control de la glucemia).

No es un problema banal
Esta vinculación entre enfermedad periodontal y cardiovascular resulta especialmente significativa por distintos motivos, aunque especialmente por la elevada prevalencia de los trastornos de las encías en nuestro medio.

La enfermedad periodontal es la causa principal de pérdida de dientes, afectando mundialmente a una gran parte de la población. En España, se estima que solo el 14,8% de los adultos, entre 35 y 44 años tiene las encías sanas, el 59,8% presenta gingivitis y el 25,4% periodontitis; en personas de 65 a 74 años, la situación aún es peor: el 10,3% tendría las encías sanas y el resto padecería algún tipo de enfermedad periodontal (51,6% gingivitis y el 38% periodontitis).

De hecho, los datos preliminares del primer estudio epidemiológico de salud bucodental específico de la población laboral en España (en el que participa SEPA) revelan que la enfermedad periodontal sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Partiendo de reconocimientos médicos laborales realizados por la Sociedad de Prevención de Ibermutuamur, se ha evidenciado que las enfermedades que afectan a las encías son más frecuentes en hombres que en mujeres, en trabajadores con estudios primarios, en personas con menos ingresos y su incidencia se eleva a medida que aumenta la edad. Tan sólo en la zona centro de España algo más del 30% de la población laboral presenta algún tipo de patología periodontal destructiva.

Y es que, como explica el Dr. Mariano Sanz, “aunque en nuestro país se ha documentado una importante reducción de enfermedades dentales paradigmáticas, como las caries, no ha sucedido lo mismo con las enfermedades de las encías”.
junio 27/2012 (Diario Salud)La presencia de periodontitis (o infección en las encías) debe ser considerada como un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular y, por lo tanto, se aconseja su prevención y tratamiento. Así lo recoge la versión 2012 de las guías promovidas por la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC) para la prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica.

Estas directrices proceden de los trabajos efectuados por la 5ª Joint Task Force de la Sociedad Europea de Cardiología y otras sociedades científicas afines relacionadas con la prevención de la enfermedad cardiovascular.

Aunque ya se tenían numerosas evidencias científicas y clínicas sobre el impacto negativo que tiene la periodontitis en el ámbito cardiovascular y sobre el aumento de aparición de eventos cardiovasculares en personas con periodontitis, esta recomendación de la ESC supone un espaldarazo definitivo para la estrategia de prevención y manejo de las infecciones de las encías, con el objetivo de evitar consecuencias nefastas a nivel cardiovascular.

“Para nuestra especialidad, y en general, para la promoción de la salud periodontal, esta recomendación es un hito, puesto que sitúa a la periodontitis en la misma línea que otras enfermedades que han demostrado tener una clara repercusión sobre la salud cardiovascular (como la diabetes o la hipertensión arterial)”, destaca el Dr. Mariano Sanz, Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid. Según este Catedrático de Periodoncia y Patrono de la Fundación SEPA, “lo cierto es que en los últimos años hemos ido teniendo cada vez un mayor conocimiento sobre la interrelación que existe entre las enfermedades de las encías y la salud general”.

En concreto, en las guías se advierte expresamente que la periodontitis se asocia con la aparición de disfunción endotelial, aterosclerosis y con un incremento del riesgo de infarto de miocardio e ictus. De la misma forma, se reconoce que otros factores, como el bajo nivel socioeconómico y el hábito tabáquico, también pueden tener una importante influencia (y actuar como factores de confusión) en esta relación entre periodontitis y enfermedades cardiovasculares.

Por todo ello, en las Guías de la ESC se subraya que “la periodontitis puede ser considerada como un indicador de riesgo para alcanzar un bajo estatus de salud cardiovascular” y, por eso, se afirma que “su tratamiento está indicado de la misma forma que lo está el manejo de los otros factores de riesgo cardiovascular subyacentes”.

En estas guías, la periodontitis se sitúa en un apartado junto a otros trastornos de reconocido impacto negativo en la esfera cardiovascular, como la enfermedad renal crónica, la apnea del sueño, las enfermedades autoinmunes, la gripe o la disfunción eréctil.

Evidencias sólidas
Cardiólogos y odontólogos coinciden en asegurar ya que las enfermedades que afectan a las encías (especialmente las infecciones periodontales) son un factor de riesgo para sufrir episodios coronarios, algunos tan graves que pueden llegar a poner en peligro la supervivencia del paciente (como el infarto de miocardio).

De hecho, recientemente la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) se han unido para tratar de arrojar luz sobre la vinculación que existe entre las enfermedades periodontales y las cardiovasculares, dando lugar a un manual sobre “Patología Periodontal y Cardiovascular: su interrelación e implicaciones para la salud”, que pretende erigirse en referencia para especialistas y médicos de Atención Primaria españoles.

En las enfermedades periodontales se libera en la sangre una gran cantidad de mediadores inflamatorios que pueden depositarse en diferentes órganos, siendo una de las fuentes más importantes de liberación de estos mediadores al torrente sanguíneo. En este sentido, se ha demostrado que la presencia de ciertos mediadores inflamatorios en las arterias coronarias es capaz de desencadenar la movilización de la placa de ateroma, que obstruyendo la luz de la arteria coronaria desencadena el infarto.

Además, nuevos trabajos apoyan la hipótesis de que los patógenos bacterianos procedentes del biofilm subgingival, así como la resultante respuesta que inducen en el hospedador, están directamente implicados en el desarrollo de la lesión aterosclerótica y, con ello, con un aumento del riesgo de acontecimientos cardiovasculares.

Por otro lado, en los últimos años se ha constatado que la asociación entre enfermedades periodontales y diabetes es bidireccional, es decir, que no solo la Diabetes Mellitus aumenta el riesgo de sufrir enfermedad periodontal, sino que ésta puede afectar a la DM (alterando el control de la glucemia).

No es un problema banal
Esta vinculación entre enfermedad periodontal y cardiovascular resulta especialmente significativa por distintos motivos, aunque especialmente por la elevada prevalencia de los trastornos de las encías en nuestro medio.

La enfermedad periodontal es la causa principal de pérdida de dientes, afectando mundialmente a una gran parte de la población. En España, se estima que solo el 14,8% de los adultos, entre 35 y 44 años tiene las encías sanas, el 59,8% presenta gingivitis y el 25,4% periodontitis; en personas de 65 a 74 años, la situación aún es peor: el 10,3% tendría las encías sanas y el resto padecería algún tipo de enfermedad periodontal (51,6% gingivitis y el 38% periodontitis).

De hecho, los datos preliminares del primer estudio epidemiológico de salud bucodental específico de la población laboral en España (en el que participa SEPA) revelan que la enfermedad periodontal sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Partiendo de reconocimientos médicos laborales realizados por la Sociedad de Prevención de Ibermutuamur, se ha evidenciado que las enfermedades que afectan a las encías son más frecuentes en hombres que en mujeres, en trabajadores con estudios primarios, en personas con menos ingresos y su incidencia se eleva a medida que aumenta la edad. Tan sólo en la zona centro de España algo más del 30% de la población laboral presenta algún tipo de patología periodontal destructiva.

Y es que, como explica el Dr. Mariano Sanz, “aunque en nuestro país se ha documentado una importante reducción de enfermedades dentales paradigmáticas, como las caries, no ha sucedido lo mismo con las enfermedades de las encías”.
junio 27/2012 (Diario Salud)

junio 28, 2012 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Enfermedades Cardiovasculares, Estomatología | Etiquetas: , , , |

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