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Los bebés menores de un año de edad que están en riesgo de desarrollar autismo quizás ya presenten las respuestas cerebrales características cuando una persona les ve o les retira la mirada, indican los resultados de un estudio reciente.
Los investigadores afirman que los hallazgos sugieren que evaluar las respuestas cerebrales en bebés de hasta apenas seis meses podría algún día ayudar a predecir si desarrollarán autismo más adelante. Actualmente, solo se hacen diagnósticos firmes de autismo después de que un niño tiene 2 años, según el estudio que aparece en la revista Current Biology (10.1016/j.cub.2011.12.056).
«Nuestros hallazgos demuestran por primera vez que medidas directas del funcionamiento cerebral en el primer año de vida se asocian con un diagnóstico posterior de autismo, mucho antes del surgimiento de los síntomas conductuales», comentó en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio Mark Johnson, del Colegio Birkbeck de la Universidad de Londres.
El estudio incluyó a bebés de 6 a 10 meses de edad que tenían un mayor riesgo de desarrollar autismo debido a que tenían un hermano o hermana mayor con el trastorno. Los investigadores monitorizaron la actividad cerebral de los bebés mientras observaban rostros que alternaban entre mirarles y desviar la mirada de ellos.
Investigaciones anteriores han mostrado que ocurren patrones característicos de actividad cerebral en respuesta al contacto visual con otras personas, una respuesta que es esencial para la interacción social cara a cara. Los niños mayores con autismo tienen patrones inusuales de contacto visual y de respuestas cerebrales a las interacciones sociales que conllevan contacto visual.
Este estudio halló que los cerebros de los bebés en riesgo de desarrollar autismo ya procesan la información social de forma distinta que los niños en desarrollo normal.
«A esta edad, todavía no es evidente ningún marcador conductual de autismo, así que las medidas de función cerebral podrían ser un indicador más sensible del riesgo», señaló Johnson.
Sin embargo, los investigadores anotaron que no todos los bebés que mostraron estas diferencias en la función cerebral fueron luego diagnosticados con autismo, y viceversa. Habría que ajustar más las medidas de la función cerebral, y utilizarlas junto con otros métodos para que sirvan como un predictor preciso del autismo en un ámbito clínico, dijeron los investigadores.
Enero 26/2012 (Medlineplus)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Mayada Elsabbagh, Evelyne Mercure, Kristelle Hudry, Susie Chandler, Greg Pasco, Tony Charman.Infant Neural Sensitivity to Dynamic Eye Gaze Is Associated with Later Emerging Autism. Publicado en Current Biology, Enero 26, 2012