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Algunas personas con cáncer colorrectal avanzado son resistentes a ciertos tipos de quimioterapia, y parece que una mutación en un gen llamado TFAP2E podría tener que ver con esa resistencia, informan investigadores alemanes.
Saber cuáles pacientes portan la mutación podría ayudar a los médicos a personalizar los tratamientos o a desarrollar nuevos objetivos para la terapia, afirmaron los investigadores.
«En nuestro estudio, identificamos un gen que frecuentemente está alterado en el cáncer colorrectal», afirmó el investigador líder, el Dr. Matthias P.A. Ebert, profesor asistente de medicina interna de la Universidad de Magdeburgo. «Esta alteración genética se asocia con una mayor resistencia a la quimioterapia y a la radioterapia en los cánceres colorrectales».
Los hallazgos aparecen en la revista New England Journal of Medicine (doi10.1056/NEJMoa1009473).
Para el estudio, el equipo de Ebert analizó cómo el gen TFAP2E funcionaba en los tumores de cáncer colorrectal.
En total, observaron a más de 200 pacientes que se sometían a quimioterapia para cáncer colorrectal avanzado. En el primer grupo de 74 pacientes, 38 portaban la mutación de este gen, hallaron los investigadores.
Las células tumorales mutadas en estos y otros pacientes eran resistentes a fluorouracil, un tipo de quimioterapia de amplio uso. Sin embargo, la mutación no hacía que el tumor fuera resistente a irinotecán o al oxaliplatino, otros dos fármacos de quimioterapia, hallaron los investigadores.
En los demás pacientes tras el primer grupo, los investigadores hallaron una asociación similar entre la mutación del gen TFAP2E y tumores que no respondían a la quimioterapia con fluorouracil.
«La quimioterapia y la radioterapia son muy útiles en la mayoría de pacientes de cánceres de colon y cánceres de recto, respectivamente», apuntó Ebert.
«Si nuestros estudios son confirmados en ensayos prospectivos de otros grupos, la alteración del gen TFAP2E podría ayudar a identificar a subgrupos de pacientes de
cáncer colorrectal que mostrarían una buena respuesta a la quimioterapia o a la radioterapia», señaló.
El Dr. Durado Brooks, director de la división de cáncer de próstata y colorrectal de la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society), afirmó que «este es otro ladrillo de la pared que construimos lentamente con nuestro conocimiento y comprensión sobre cómo atacar al cáncer de formas nuevas y distintas».
«SI los hallazgos son corroborados por otros investigadores, podrían llevar a la evaluación de los tumores para averiguar si es más probable que sean resistentes a la quimioterapia basada en fluorouracil», apuntó Brooks.
También podría ayudar a identificar nuevos objetivos para el tratamiento, aseguró.
Brooks cree que otras mutaciones genéticas también afectan qué tan bien funciona la quimioterapia. Actualmente, se llevan a cabo algunas pruebas genéticas con este fin,
apuntó. Sin embargo, es demasiado pronto para decir si el TFAP2E se añadirá a los genes evaluados, dijo.
«Todavía falta mucho para que esto llegue a la práctica clínica», aseguró Brooks.
«Debemos saber mucho más respecto a la forma en que esto afecta a los pacientes en sí. Todos estos datos se basan en la observación de cosas bajo el microscopio en lugar de investigar el impacto del tratamiento en los pacientes, que a su vez podría ser algo distinto», dijo. «Todavía no está listo para pasar del laboratorio a la clínica».
Enero 5/2012 (Medlineplus)
Matthias P.A. Ebert, Marc Tänzer, Benjamin Balluff, Elke Burgermeister, Antje Karen Kretzschmar, David J. Hughes. TFAP2E–DKK4 and Chemoresistance in Colorectal Cancer. Publicado en N Engl J Med 2012; 366:44-53 Enero 5, 2012