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Un estudio reciente advierte que muchos adultos jóvenes tienen un engrosamiento de las arterias, o arteriosclerosis, no detectado, que puede provocar enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y la muerte.
Los investigadores examinaron a 84 hombres y a 84 mujeres jóvenes, entre 18 y 35 años de edad, y sin antecedentes conocidos de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo como diabetes mellitus, tabaquismo, hipertensión arterial, hipercolesterolemia o antecedentes familiares de muerte cardiaca precoz.
Aunque los participantes no tenían ninguno de esos factores de riesgo tradicionales para la arteriosclerosis, muchos presentaban otras señales de la afección, como una mayor circunferencia de la cintura y grasa visceral peligrosa que cubría los órganos internos en el abdomen y el tórax, según el estudio de la Heart and Stroke Foundation of Canada.
Los hallazgos, presentados el 25 de octubre en el Congreso cardiovascular canadiense en Vancouver, verifican investigaciones anteriores que habían hallado que hasta el 80% de los estadounidenses jóvenes muertos en la guerra o en accidentes de tráfico tenían arteriosclerosis prematura y oculta (subclínica).
«La proporción de adultos jóvenes y aparentemente sanos que se supone son «ideales de salud» que ya tienen arteriosclerosis es sorprendente», señaló en un comunicado de prensa de la fundación el autor del estudio, el Dr. Eric Larose, cardiólogo intervencionista y profesor asistente de la Universidad de Laval en Canadá.
Los hallazgos muestran que las medidas de grasa visceral predicen mejor la arteriosclerosis que simplemente revisar el índice de masa corporal (IMC), una medida que toma en cuenta la estatura y el peso. Las personas con mayores cantidades de grasa visceral tienen más arteriosclerosis, aunque sean jóvenes y aparentemente sanas, y pueden beneficiarse de cambios preventivos en el estilo de vida.
«Sabemos que la obesidad es mala, pero estamos obviando a una gran proporción de adultos jóvenes que no cumplen con las medidas tradicionales de obesidad como el peso y el IMC», lamentó Larose.
Anotó que es fácil evaluar los niveles de grasa visceral en el consultorio médico. Se trata simplemente de medir la circunferencia de la cintura.
«Mi mensaje para los adultos jóvenes es que no crean que son super humanos, ni inmunes a los factores de riesgo», señaló en el comunicado de prensa la Dra. Beth Abramson, vocera de la fundación. «Es importante manejar los factores de riesgo en todas las edades. Eventualmente, el estilo de vida pasa factura. Nunca se es demasiado joven para prevenir la enfermedad cardiaca».
Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publican en una revista médica revisada por profesionales.
octubre 30/2011 (Medline)