Los niños obesos necesitan una atención especial cuando se encuentran bajo anestesia, sugieren dos estudios recientes.

En un estudio, los investigadores hallaron que los niños obesos con asma sufren más complicaciones por la anestesia que los niños de peso normal que no tienen asma. En el otro estudio, los investigadores encontraron que los niños obesos requieren menos cantidad de un tipo de anestesia que los niños de peso normal.

Si un niño es obeso, tiene asma o ambas cosas, los padres deben esperar una monitorización exhaustiva, apuntó el investigador, el Dr. Olubukola Nafiu, profesor asistente de anestesiología pediátrica de la Universidad de Michigan.

«Los niños obesos y asmáticos tienen el doble de riesgo de desarrollar problemas respiratorios cuando reciben anestesia», señaló Nafiu.

Ambos estudios serán presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (American Society of Anesthesiologists, ASA) en Chicago.

Para determinar si las complicaciones eran más frecuentes entre los niños obesos y con asma, Nafiu observó a 1,102 niños y adolescentes entre los 6 y los 18 años de edad, después de la anestesia, y los dividió en cuatro grupos. Un grupo era de niños obesos con asma, un grupo era de niños con peso normal y asma, otro era de obesos sin asma, y el último grupo era de niños de peso normal que no sufrían de asma.

Los del grupo de obesos y asmáticos y los del grupo de obesos no asmáticos eran más propensos a sufrir de problemas críticos de las vías respiratorias, como espasmos, que sus pares más delgados, halló el estudio, pero no hubo complicaciones fatales entre los pacientes del estudio.

Se sabe que tanto la obesidad como el asma son factores de riesgo independientes de problemas respiratorios durante la anestesia, señaló Nafiu. Ambas afecciones aumentan entre los niños de EE. UU. a un ritmo alarmante, y los investigadores deseaban averiguar si las complicaciones son más frecuentes en los pacientes pediátricos que sufren de ambos trastornos.

Los problemas respiratorios son una causa importante de complicaciones, que incluyen la muerte, durante las cirugías pediátricas, apuntaron los autores.

En un segundo estudio, la Dra. Olutoyin Olutoye, del Hospital Pediátrico de Texas en Houston, halló que los niños obesos necesitan dosis más pequeñas del anestésico propofol que sus pares más delgados.

Según Olutoye, los médicos ya sabían que los adultos obesos necesitan menso propofol que los adultos con un peso normal, pero no estaba claro si con los niños sucedía lo mismo. Dado que el propofol puede provocar una presión arterial baja y reducir la respiración, es importante no administrar demasiado, anotaron los investigadores en un comunicado de prensa de la Sociedad Americana de Anestesiólogos.

El estudio incluyó a 40 niños obesos y 40 niños de peso normal. Los investigadores midieron la respuesta de cada niño 20 segundos tras recibir el propofol. Los niños de peso normal necesitaron entre 50 y 60 % más anestésico que los obesos.

Entre los niños obesos, 75 % del exceso de peso proviene del tejido graso, que puede alterar la distribución del propofol en el organismo, explicaron los investigadores.

Se necesitan estudios adicionales con niños para determinar de qué forma la obesidad afecta a otros anestésicos, señaló Olutoye.

«Estos estudios confirman la impresión general que los anestesiólogos ya tienen sobre los niños obesos», aseguró el Dr. Mark Singleton, presidente del comité de anestesia pediátrica de la Sociedad Americana de Anestesiólogos, y que no participó en el estudio.

El mensaje del estudio sobre el asma y la obesidad es que «los niños asmáticos y obesos corren un peligro doble», advirtió Singleton.

Sin embargo, señaló que la investigación sobre la dosis de anestesia solo observó al propofol, que es inyectado, y por tanto no aplica a otros fármacos. La mayor parte de la anestesia en los niños se induce mediante inhalación, anotó Singleton.

Los médicos deben obtener la estatura y el peso del niño para ver si cae en el rango de obesidad, añadió Nafiu. Un índice de masa corporal (IMC) en el percentil 95 o más se considera obesidad.

Los padres de los niños obesos y/o asmáticos deben esperar muchas preguntas del médico antes de que sus hijos se sometan a una cirugía que amerite anestesia, y deben esperar una monitorización particularmente exhaustiva, añadió.

Dado que la investigación fue presentada en una reunión médica, se debe considerar preliminar hasta que sea publicada en una revista médica revisada por profesionales.
Octubre 19/2011 (Medlineplus)

octubre 21, 2011 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Anestesiología, Pediatría | Etiquetas: , , , |

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