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El servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona ha presentado los resultados de la primera serie de 30 mujeres sometidas a una cirugía pionera de extracción de riñón mínimamente invasiva. La aplicación de esta técnica, una variación de la NOTES (siglas inglesas de Cirugía Endoscópica Transluminal por Orificios Naturales), implica en las mujeres dos vías de entrada: la vagina y el abdomen. En el caso de los hombres (nefrectomía de puerto único), la vía de entrada se restringe al ombligo.
Según el Dr. Alcaraz, jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona y responsable del estudio expone los resultados de la investigación: “las técnicas de cirugía mínimamente invasiva para extracción de riñones para donante vivo presentan todas las ventajas que su aplicación supone: mejora de la calidad de vida del donante, mínima cicatriz, menor estancia hospitalaria y menor dolor”.
“La técnica quirúrgica es totalmente reproducible y se puede considerar un buen procedimiento alternativo que podría aumentar la tasa de donante vivo en la población femenina”, apunta el Dr. Alcaraz. Por su parte, la Dra. Roser Deulofeu, directora de la Organitzación Catalana de Trasplantaments (OCATT), apunta que “el Hospital Clínic y su equipo médico-quirúrgico de trasplantes, vuelve a dar a Cataluña la oportunidad de seguir siendo un modelo para el resto del mundo, dando un salto pionero en la técnica quirúrgica que hará que la lesión física en la extracción renal del donante vivo de riñón sea mínima, y un postoperatorio fácilmente superable”.
Hasta hace dos o tres años, los especialistas en urología del Hospital Clínic apostaban por la nefrectomía asistida por laparoscopia como técnica para el tratamiento quirúrgico de estas enfermedades. Sin embargo, la laparoscopia sigue requiriendo una incisión abdominal para extraer el riñón, dejando visible una cicatriz de 6 cm, aproximadamente.
A diferencia de la laparoscopia, las nefrectomías transvaginal y transumbilical aprovechan el orificio vaginal y el ombligo, respectivamente, desde donde se extraen los riñones. Dicha técnica ha conseguido evitar las cicatrices externas y mejorar la atención al paciente, con una disminución del dolor postoperatorio y una estancia hospitalaria de apenas 48 horas. Este hito ha sido posible gracias a un intensivo programa de investigación en cirugía experimental que desarrolla el Servicio de Urología del Hospital Clínic y que ha culminado con la citada publicación.
agosto 4/2011 (JANO)