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Un estudio publicado en Nature (doi:10.1038/nature10216) presenta una alternativa a la descarga eléctrica de alta energía basada en una secuencia de pulsos débiles.
Hasta ahora, para controlar la turbulencia eléctrica en el corazón se utilizaban impulsos eléctricos de alta energía, que pueden provocar efectos secundarios graves que incluyen daño en los tejidos y dolor traumático. Ahora, un nuevo estudio plantea un enfoque totalmente diferente.
“Una secuencia de pulsos eléctricos débiles perturba el sistema cerca de los núcleos de vórtices y, progresivamente, se sincroniza el tejido”, explica Stefan Luther, investigador del Instituto Max Planck de Alemania, que ha dirigido el trabajo junto a Flavio Fenton, de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). La nueva técnica, probada en perros, es conocida como \»estimulación de baja energía contra la fibrilación\» (LEAP, por sus siglas en inglés). Los resultados, publicados en la revista Nature, muestran que reduce la energía en un 84% en comparación con la desfibrilación estándar.
“Este método abre el camino para la solución indolora y no perjudicial de las arritmias cardíacas”, subraya Fenton. Los autores estiman que su método funciona mediante la estimulación de las heterogeneidades naturales, como los vasos sanguíneos y el tejido graso, para redistribuir la corriente alrededor del corazón y restaurar el ritmo sinusal normal.
La fibrilación es un trastorno del ritmo cardíaco en la que una de las cámaras del corazón desarrolla múltiples circuitos de reentrada y hace que los impulsos se vuelvan caóticos y las contracciones se vuelvan arrítmicas. La fibrilación puede afectar a los atrios fibrilación atrial o a los ventrículos fibrilación ventricular.
Julio 14/2011 (Diario Salud)