Los sitios electrónicos sobre cirugía estética hacen que la liposucción parezca fácil, y sus resultados, transformadores. Se convirtió en el procedimiento estético más popular entre los quirúrgicos, con más de 450 000 operaciones por año en los Estados Unidos, a un costo de unos cuantos miles de dólares.

¿Pero luego vuelve la adiposidad? Y si lo hace, ¿dónde se deposita?

Hasta ahora, nadie lo sabía con exactitud. Pero un nuevo estudio, liderado por los doctores Teri L. Hernández y Robert H. Eckel, de la Universidad de Colorado, tiene la respuesta. Y no son buenas noticias.

En el trabajo, los investigadores dividieron al azar un grupo de mujeres de peso normal, pero de caderas prominentes y grasa en el abdomen. A unas les ofrecieron la operación y a otras les propusieron no someterse al procedimiento para actuar de controles. Como compensación, les prometieron a estas últimas que cuando el estudio hubiera terminado podrían optar por una liposucción, si lo querían, a un precio reducido.

El resultado, publicado en la última edición de Obesity (doi:10.1038/oby.2011.64), fue que la grasa retornaba después de haber sido succionada. Tomó un año, pero volvió por completo. Sin embargo, no reapareció en las caderas. En su lugar, dijo Eckel, \»fue redistribuida en la parte superior\»,  en el abdomen alto, pero también alrededor de los hombros y el tríceps.

El doctor Felmont Eaves III, cirujano plástico de Charlotte y presidente de la Sociedad Norteamericana de Cirugía Plástica y Estética, dijo que los resultados eran sorprendentes. Agregó que se los mencionaría a sus pacientes en el contexto de otra información sobre lipoaspiración.

El hallazgo plantea preguntas acerca de la cirugía estética. La liposucción se practica desde 1974 y tiene mucha promoción. ¿Por qué llevó tanto tiempo que alguien hiciera este estudio?

Puede ser porque es muy difícil, dijo Samuel Klein, director del Centro para la Nutrición Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. Requiere un equipo de investigadores y dinero. El tejido graso debe ser medido con mucha precisión.

Y la cirugía, dijo Jonathan Moreno, bioeticista de la Universidad de Pensilvania que estudió este campo, no es como otras áreas de la medicina.

\»En gran parte tiene que ver con la cultura de la cirugía, que es literalmente de \»manos a la obra\» -dijo-. Los cirujanos frecuentemente sienten una honda conexión con sus pacientes que les hace difícil aceptar estudios clínicos que exijan distribuir los procedimientos al azar.\»

Otro problema, dijo Moreno, es que diferentes cirujanos tienen diferentes capacidades y técnicas. La cirugía no es como tomar un fármaco, en cuyo caso una pastilla es exactamente igual a la otra.

De modo que en lugar de realizar estudios rigurosos, los cirujanos tienden a innovar, a inventar sus propios procedimientos y a publicar anécdotas sobre pacientes, una práctica que puede confundir.

Pero en este caso, el resultado no dependió del cirujano, sino de la biología de la grasa. Y los investigadores en obesidad afirman que no están sorprendidos. El cuerpo, afirman, defiende su grasa. Si uno pierde peso, incluso haciendo dieta, la grasa vuelve. Y, según mostró el estudio, si uno aspira la grasa con liposucción, incluso si es solo medio kilo, como ocurrió en el estudio, también regresa.

Hay estudios de laboratorio con roedores a los que se les removió quirúrgicamente la grasa. Pero esta siempre volvía. Y, como en las mujeres de este último estudio, en los roedores se ubicaba en lugares diferentes de aquel del cual se había extraído, dijo Klein. Ellos creaban nuevas células de grasa para reemplazar las que perdían.

Lo mismo les ocurrió a las mujeres que se hicieron la liposucción. Resulta, dijo Leibel, que el organismo controla el número de sus células de grasa tan cuidadosamente como el volumen de grasa. A lo largo de la vida, estas células mueren y nacen. Los científicos descubrieron que viven alrededor de siete años y cada vez que una muere otra se forma para tomar su lugar.

¿Pero por qué, entonces, esas mujeres no crearon nuevas células de grasa en sus caderas?

La respuesta, dijo Klein, puede ser que la liposucción destruye violentamente la estructura subcutánea en forma de red en la que viven las células de grasa.

Sin embargo, las mujeres que participaron en el estudio y recibieron la liposucción estaban contentas, dijo Eckel. Odiaban sus caderas y muslos y lo único que querían es que esa grasa desapareciera.

Por su parte, entre las mujeres del grupo de control, cuando finalizó el estudio y conocieron los resultados, más de la mitad siguieron eligiendo hacerse una liposucción

La última encuesta de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética coloca a la liposucción en el primer puesto del ránking mundial de cirugías plásticas más comunes, según la respuesta de 20 000 cirujanos de sus 25 países miembros. Argentina ostenta el segundo lugar después del implante mamario.

\»Con la lipoaspiración lo que buscamos no es actuar sobre la obesidad, sino sobre la acumulación de grasas específicas que no desaparecen con otro método -afirma el doctor Jorge Pedro, especialista universitario en cirugía plástica-. Lo bueno de este estudio es que confirma lo que sabíamos: que la grasa no vuelve al mismo lugar. De modo que todos quedamos satisfechos si elegimos bien a la paciente.\»
Nueva York, mayo 2/2011 (Intramed)

Teri L. Hernandez, John M. Kittelson, Christopher K. Law, Lawrence L. Ketch, Nicole R. Stob, Rachel C. Lindstrom, Ann Scherzinger, Elizabeth R. Stamm, Robert H. Eckel. Fat Redistribution Following Suction Lipectomy: Defense of Body Fat and Patterns of RestorationObesity; abril  7/2011.

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