La determinación de la mutación del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) resulta actualmente un pilar básico en el abordaje del cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), dado que se sabe que la presencia de esta mutación tiene un valor pronóstico favorable en sí misma y resulta también un marcador de predicción.El tratamiento biológico específico basado en un inhibidor de la tirosinakinasa (ITK), como gefitinib o erlotinib, en primera línea para aquellos pacientes con dicha mutación, consigue una respuesta objetiva que puede llegar hasta un 80% de los casos.

Emilio Esteban, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Central de Asturias, ofreció una ponencia en Oviedo sobre la importancia de la determinación de esta mutación, en el XVI Congreso Anual de la Sociedad Asturiana de Patología del Aparato Respiratorio (Asturpar), que preside Teresa González Budiño.

Los cánceres de pulmón no microcíticos representan el 85% del total de tumores de pulmón. El valor pronóstico y predictivo de respuesta en relación con la presencia de mutación en el gen que codifica el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) es un conocimiento reciente, que está permitiendo orientar mejor las decisiones terapéuticas y los resultados derivados del abordaje terapéutico del cáncer de pulmón no microcítico, cuyo pronóstico y resultados dependían del estadio de la enfermedad, el estado general del paciente, el género y la histología del tumor.

Esteban ha indicado que el 15% de los pacientes con CPNM en una población no seleccionada presentan esta mutación. No obstante, se ha visto que en una población enriquecida su frecuencia puede llegar al 30%. \»En concreto, hablamos de un subgrupo de pacientes que nunca han fumado o han fumado durante poco tiempo, adenocarcinomas, género femenino y población asiática\».

Las alteraciones más frecuentes, cuya determinación se realiza a través de técnicas de PCR, consisten en el hallazgo de la deleción en el exón 19 ó mutación en el exón 21 del gen que codifica el receptor del factor de crecimiento epidérmico.

\»Lo que sabemos actualmente es que los pacientes portadores de la mutación tienen mayores posibilidades de supervivencia, es decir, que constituye por sí misma un factor pronóstico favorable con independencia de la actitud terapéutica. Además, se ha confirmado que van a responder mejor al tratamiento con un inhibidor de la tirosinakinasa, de tal modo que si la respuesta es del 40% en una población no seleccionada, en el subgrupo de casos con la mutación la respuesta puede alcanzar el 80%, mejorando además la supervivencia libre de progresión de forma significativa\».

Por ello, la determinación de la mutación \»es obligatoria en una población enriquecida que será candidata a tratamiento en primera línea con ITK como alternativa al tratamiento convencional con agentes citotóxicos\».

En este subgrupo de pacientes seleccionados el abordaje con dichos fármacos consigue una mejoría en la calidad de vida, alivio sintomático y más tiempo libre de progresión de la enfermedad frente a la quimioterapia convencional.

Marzo 21, 2011 Diario Médico

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