feb
14
La cirugía en el feto se muestra como una nueva posibilidad para reducir las complicaciones derivadas de la espina bífida, según un estudio del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) de Estados Unidos, publicado hoy.
La espina bífida es una malformación congénita que se caracteriza porque el tubo neural, que alberga el sistema nervioso central, no se fusiona correctamente y la columna vertebral no se cierra del todo causando daños neurológicos y parálisis en las piernas.
El procedimiento quirúrgico consiste en cerrar la parte posterior de la columna vertebral del feto mientras está todavía en el útero materno.
En el estudio se inscribieron 200 mujeres embarazadas cuyos hijos habían sido diagnosticados de mielomeningocele, la forma más grave de espina bífida, pero se suspendió después de la participación de 183, debido a los buenos resultados obtenidos.
Los expertos aseguran en un artículo publicado en la revista New England Journal of Medicine (NEJM) que el procedimiento quirúrgico fetal aumenta las probabilidades de que el niño pueda caminar sin muletas u otros dispositivos.
No obstante, advierten de que también hay contraindicaciones. Los bebés que se sometieron a esta cirugía prenatal tuvieron más probabilidades de nacer prematuros, con las dificultades respiratorias que conlleva para el bebé nacer antes de tiempo.
Además, la operación presenta un riesgo para las madres que pueden padecer dehiscencia uterina, un adelgazamiento o desgarro en el útero por la incisión.
\»A pesar de un mayor riesgo de parto prematuro, los niños que se sometieron a cirugía mientras estaban en el útero se desarrollaron mejor, en general, que los que se sometieron a cirugía después del nacimiento\», aseguró Alan Guttmacher E., director del Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Development (NICHD), que financió el estudio.
\»Sin embargo, se recomienda precaución. Debido a que la cirugía es altamente especializada, lo mejor es realizada en las instalaciones con personal con experiencia en el procedimiento\», advirtió Guttmacher.
Según los autores del estudio el mielomeningocele afecta a 3,4 de cada 10 000 nacimientos y un 10% de los niños afectados muere.
En el estudio también participaron investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP), Hospital de UCSF Benioff Infantil de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), del Centro Médico Universitario Vanderbilt en Nashville y del Centro de Bioestadística de la Universidad George Washington en Washington.
Washington, febrero 10/2011 (EFE)