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Investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estimaron que en 2015 podrían desaparecer los glaciares del volcán Iztaccíhuatl, con lo cual se reduciría una fuente de aporte a los acuíferos.
El científico adscrito a este instituto de la UNAM, Hugo Delgado Granados, explicó que la disminución del hielo en este volcán se ha acelerado en las últimas décadas, y lo que iba a suceder en 25 o 30 años, podría darse como un hecho en un lustro.
Detalló que las causas del deshielo se deben a los efectos del cambio climático, y porque el mundo atraviesa por un periodo interglaciar que no favorece la formación o conservación de esas masas de hielo. Este volcán tiene una altitud cercana a los 5200 metros sobre el nivel del mar, y a esa altura la temperatura ambiente se ha incrementado, explicó.
Delgado Granados refirió que para favorecer la conservación del hielo glaciar se requieren temperaturas de cero grados durante la mayor parte del año. Por la situación expuesta, en los próximos años este retroceso del hielo se notará, porque el Iztaccíhuatl cada vez estará menos cubierto por una capa blanca, comentó el especialista en Glaciología y Vulcanología.
Existen diferencias entre nieve y hielo glaciar, porque la primera es un fenómeno estacional que persistirá, mientras la segunda depende de las temperaturas necesarias para alimentar a los glaciares, argumentó el experto.
El investigador indicó que si bien es cierto que estos glaciares de cualquier manera iban a desaparecer, se tenía previsto que ello sucediera a un ritmo más lento, en 25 o 30 años. Agregó que a lo largo de la existencia, y de manera normal, estas masas de hielo se alimentan en la época de precipitación sólida, que es a finales del otoño y durante el invierno. En tanto que en el periodo de secas, parte de esos cuerpos de hielo se funde y alimenta las escorrentías y los sistemas acuíferos, fuente importante de recursos hídricos para el hombre.
Al extinguirse los hielos glaciares se reduce este aporte a los acuíferos, que no es muy grande, pero en las condiciones actuales cualquier porcentaje de agua que ya no forme parte en el ciclo hidrológico, puede ocasionar efectos negativos en la subsistencia humana. Los glaciares del Popocatépetl, que también rodeaban al valle de México, recordó el experto.
Ciudad de México, enero 31/2011 (Notimex)