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Las bebidas energéticas son enormemente populares, pero el consumo de una podría aportar más cafeína que una taza de café. Además, esa cafeína podría combinarse con otros ingredientes de forma potencialmente peligrosa, siendo el consumo de bebidas energéticas con alcohol una preocupación concreta, según un estudio.
\»Lo que sabemos es que una bebida típica energizante puede tener hasta una cuarta parte de una taza de azúcar y más cafeína que una fuerte taza de café\», dijo John Higgins, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas en Houston, Estados unidos, quien dirigió el estudio publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings.
El contenido de cafeína de las bebidas energéticas va desde 70 a 200 mg en alrededor de casi medio litro servido. En comparación, una taza de café de unos 235 ml puede contener entre 40 a 150 mg dependiendo de cómo se prepare.
Lo más problemático es cómo los ingredientes a menudo no mencionados en las etiquetas -como el estimulante guaraná, el aminoácido taurina y otras hierbas, minerales y vitaminas- pueden interactuar con la cafeína, indicó el experto. Es preocupante cómo esta interacción podría afectar al ritmo cardíaco, la presión arterial e incluso los estados mentales, especialmente cuando se consume en grandes cantidades con alcohol, o por algunos atletas, agregó.
Higgins y sus colegas revisaron la literatura médica sobre bebidas energéticas y sus ingredientes entre 1976 y 2010, y descubrieron que se habían realizado pocas investigaciones sobre su impacto. Algunos pequeños estudios con jóvenes adultos físicamente activos, demostraron que las bebidas pueden incrementar la presión arterial y el ritmo cardíaco. Pero las evidencias de efectos más graves como ataques cardíacos, o de otro tipo, y fallecimientos son anecdóticas, escribieron.
Noruega, Dinamarca y Francia prohibieron el consumo de la bebida “Red Bull” después de que un estudio demostrara que ratas que \»fueron alimentadas con taurina exhibieron un comportamiento extraño, incluyendo ansiedad y automutilación\». \»No somos ratas, pero el consumo ha dado muestras de estar asociado de un modo concluyente con comportamiento de alto riesgo\», dijeron Higgins y sus colegas.
Las bebidas energéticas se promocionan y a menudo son usadas por los atletas para recibir un \»empujón extra\». Pero Higgins y su grupo subrayaron que basándose en cómo la cafeína y otros ingredientes afectan al cuerpo, hay un riesgo de que las bebidas energéticas puedan deshidratar seriamente a sus consumidores.
\»La posibilidad de deshidratación e incremento de la presión sanguínea hacen que el agua o las bebidas deportivas de un octanaje menor, que contienen electrolitos, algunos minerales y carbohidratos, sean una mejor opción\», añadió.
“Los no atletas no deberían beber más de una bebida diaria, no pueden mezclarlas con alcohol, y deben consumir mucha agua tras hacer ejercicio. Las personas con hipertensión arterial no debería beberlas, y los que presentan problemas de salud como las enfermedades cardíacas tienen que consultar a sus médicos antes de consumirlas”, advirtieron los expertos.
Nueva York, noviembre 16/2010 (Reuters)