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Las personas que sufren tricotilomanía -hábito frecuente y compulsivo de arrancarse el cabello- necesitan una mejor atención especializada, según estudio.
Ese hábito, también clasificado como un trastorno de control de impulsos suele provocar calvicie en algunos pacientes, sin embargo, las personas que lo padecen solo reciben muchas veces el consejo de que dejen de arrancarse el cabello.
Pero ese problema es más serio de lo que se cree, suele estar provocado por depresión o estrés, aparece en la infancia o en la adolescencia y es más frecuente en mujeres que en hombres, según especialistas del Instituto de Tricólogos de Gran Bretaña.
Las personas que padecen ese trastorno tienen la manía compulsiva de arrancarse el cabello, el vello facial, las pestañas, las cejas, y todo tipo de vello.
Según autoridades del Departamento de Salud de Gran Bretaña, las terapias psicológicas para atender a este tipo de pacientes no se encuentran distribuidas por todo el país.
Todavía los médicos no se han puesto de acuerdo sobre si la tricotilomanía es un hábito, una adicción o enfermedad obsesiva compulsiva, pero si coinciden en que necesita tratamiento para que no se convierta en un problema crónico y difícil de tratar.
Londres, noviembre 9/2010 (PL)