Apenas un quinto de segundo demora un flechazo amoroso en activar 12 zonas del cerebro lo que genera una sensación de euforia, según resultados de un estudio difundido en Estados Unidos.Mediante imágenes neurológicas, investigadores de la Universidad de Siracusa, en Nueva York analizaron como esas zonas del cerebro actúan en conjunto y liberan sustancias como la dopamina, la oxitocina y la adrenalina, además de activar funciones cognitivas sofisticadas.
Según Stefanie Ortigue, una de las autoras del estudio publicado en la Journal of Sexual Medicine, es hora de dar al cerebro el lugar que le corresponde en la aparición del amor.
Muchos de los síntomas que se experimentan como el mariposeo en el estómago tienen su origen en el cerebro.
Sobre si manda el cerebro o el músculo cardiaco en cuestiones de amor, la científica indica que depende del cerebro,  pero también el corazón está ligado porque el complejo concepto del amor se forma con ayuda de ambos, con procesos que van del cerebro al corazón y viceversa.
Otros científicos indican que con la aparición del sentimiento amoroso se activan los niveles del factor de crecimiento nervioso, también conocido como proteína NGF. Esa proteína tiene un papel determinante en la química de las relaciones, sostienen.
\»Entendiendo por qué nos enamoramos o por qué quedamos con el corazón destrozado se pueden abrir nuevas terapias y comprender mejor los dolores de quienes están afligidos de mal de amores o por problemas de una historia que terminó mal\», señaló Ortigue.
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Washington, octubre 29/2010 (PL)

octubre 30, 2010 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Neurología | Etiquetas: , |

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