El jefe de la Convención de la ONU contra la Desertificación (UNCCD), Luc Gnacadja, reclamó de la cumbre del clima que se reunirá en Cancún al final del año, un urgente empeño para ayudar a África, Asia y América Latina a prepararse ante desastres climáticos como el de Pakistán y recuperar las tierras perdidas ante el avance de la  desertificación.
\»Uno se pregunta por qué los esfuerzos se concentran en ofrecer mecanismos de compensación para proteger los bosques, cuando sabemos que lo que lleva a la deforestación es la presión por la falta de tierras; si no hallamos respuesta a la necesidad de tierras (que se pierden con la desertificación), la  gente seguirá cortando árboles\», reclamó Gnacadja en entrevista con la AFP. \»Quienes son más vulnerables al cambio climático son los que viven en las zonas secas del planeta: miren lo que está ocurriendo en Pakistán, donde la lluvia debía llegar como una bendición y acabó siendo una maldición\», dijo.
El responsable de la ONU pidió \»un acuerdo firme en Cancún este año que ofrezca soluciones\». Lo que se busca, explicó, es que el mecanismo que reconoce la reducción de emisiones por deforestación y degradación evitada (REDD), pensado para los bosques tropicales, sea extendido y reconozca ampliamente el papel de los suelos en la mitigación de los efectos del cambio climático. Se estima que un 4% de las emisiones anuales de gases nocivos al clima  proceden de las tierras áridas, por su degradación que libera carbono. Cuando  son recuperadas, en cambio, ganan gran capacidad de almacenar este elemento.
La Convención contra la Desertificación quiere poner ese tema sobre la mesa en Cancún, para ganar apoyo para regenerar los suelos degradados y ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático.
\»Lo que sabemos hoy del impacto del cambio climático es que significa sequías más prolongadas e intensas que pueden ser seguidas de lluvias que provoquen inundaciones, que degradarán más la tierra\», explicó.
La ONU lanzó esta semana en un congreso internacional sobre clima, en Fortaleza (árido noreste de Brasil), la Década de lucha contra la Desertificación (2010-2020), para alertar al mundo del dramático avance de ese fenómeno que se cobra cada año 12 millones de hectáreas de tierras aptas para la agricultura, equivalentes a la superficie de países como Grecia o Benin.
Mas del 40% de las tierras del mundo son secas, y en ella viven uno de cada tres habitantes del planeta, totalizando 2100 millones de personas, el 90% en países en desarrollo y con altos niveles de pobreza. Mil millones tienen su subsistencia amenazada por el avance de la desertificación.
\»Un sistema de bosque tropical retiene una cantidad mucho mayor de carbono que un sistema semiárido, aunque en medio existe la sabana (y biomas similares que se cuentan como tierras secas o semihúmedas), que lo retiene dentro del suelo, un proceso lento pero con gran potencial\», explicó a la AFP el director del brasileño Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), Carlos Nobre. Según este especialista, los sistemas semihúmedos retendrían de 40 a 50 toneladas de carbono por hectárea bajo la tierra, un bosque tropical entre 120 y 150, y una típica tierra semiárida como el ecosistema llamado caatinga en Brasil, de 10 a 15.
Fortaleza, Brasil, agosto 18/2010 (AFP)

agosto 20, 2010 | | Filed under: Medio Ambiente | Etiquetas: , , , |

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