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Los masajes, la terapia con humor y la relajación no facilitan la vida de los niños con cáncer que reciben un trasplante de médula ósea.
\»Creíamos haber encontrado una terapia efectiva\», dijo el psicólogo Sean Phipps, del St. Jude Children\’s Research Hospital en Memphis, Estados Unidos, quien dirigió el estudio cofinanciado por el gobierno y una fundación. En cambio, afirmó que ni siquiera la terapia alternativa más moderna superó la atención de apoyo estandarizada, que incluye fármacos para las náuseas y el dolor y respaldo psicológico para los niños y los padres.
Phipps explicó que los trasplantes de células madre, obtenidas de la médula o la sangre, son los tratamientos más duros para los niños con cáncer. No sólo les produce dolor, sino que exigen una dieta restringida y un aislamiento por el alto riesgo de contraer infecciones.
Para conocer la utilidad de un tratamiento alternativo contra el estrés, el equipo de Phipps dividió a 178 niños en tres grupos. Uno recibió exclusivamente la atención estandarizada y otro obtuvo masajes y terapia del humor. En el tercero, los padres fueron sometidos a masajes y aprendieron a sobrellevar la enfermedad de sus hijos de forma más relajada.
Usando una escala estandarizada para medir la calidad de vida de los pacientes bajo tratamientos agresivos, el equipo evaluó la evolución de los niños en cada grupo. \»No pudimos demostrar que nuestras intervenciones modificaran ese progreso\», precisó Phipps. Una explicación posible es que la atención habitual ya de por sí ayude a los niños. Pero insistió en que se necesitan más estudios para probarlo.
El doctor Scott Baker, quien dirige el Programa de Sobrevivientes del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle, destacó que le sorprendieron los resultados publicados en la revista Cancer.
\»El diseño del estudio es muy riguroso. Muchas veces, lo que percibimos como cierto o beneficioso, no lo es\», indicó. \»Hay muchas cosas que podemos hacer para que los niños se sientan mejor. No nos tenemos que quedar sentados sin hacer nada\», concluyó.
Nueva York, julio 16/2010 (Reuters Health)