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Un estudio de investigadores brasileños demostró que los ancianos desnutridos tienen 500% más posibilidades de morir que los que están bien nutridos.El estudio por investigadores de la Universidad de Sao Paulo (USP), que entrevistaron y examinaron a 1170 ancianos en Sao Paulo, la mayor ciudad del país, entre el 2006 y el 2007, informó este centro académico. De acuerdo con el estudio coordinado por la nutrióloga Luciana Silva Ferreira, la desnutrición es el principal factor de riesgo de muerte entre los ancianos.
\»Independientemente de otros factores de riesgo, como: fractura de cadera, depresión, tabaquismo, fuerza muscular reducida, diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y pulmonares, la desnutrición fue el factor más determinante en las muertes\», aseguró la investigadora en una nota publicada por la USP en su sitio.
El hábito de fumar, por ejemplo, aumenta en 140% las posibilidades de muerte entre los ancianos, es decir cuatro veces menos que la desnutrición.
La especialista aclaró que la desnutrición es considerada una enfermedad crónica no transmisible, debido a que es simultáneamente causa y consecuencia de otras enfermedades o problemas de agravamiento de la salud.
Del total de ancianos analizados, apenas un 2,4% estaba desnutrido, pero esa pequeña minoría era la que tenía mayor riesgo de muerte.
Según Silva Ferreira, el porcentaje de desnutridos entre los ancianos analizados es similar al medido en trabajos con la misma población en otras partes del mundo (2%).
\»Así la prevalencia sea baja, merece gran atención en las acciones de salud pública, debido a que su impacto es muy grande en la calidad de vida y en la longevidad de este grupo de personas\», afirmó.
El estudio dividió a los ancianos en dos grupos, uno de entre 60 y 74 años, y otro de 75 años o más.
El riesgo de muerte por desnutrición entre el grupo más joven, sin embargo, es mayor que entre los más viejos.
Mientras que entre los menores de 75 años el riesgo de muerte es seis veces mayor para los desnutridos, entre los mayores de 75 años ese riesgo es tres veces mayor.
\»Los ancianos de entre 60 y 74 años son más numerosos en el país, pero aún no hay asistencia sanitaria adecuada para esa nueva demanda.
Por eso el riesgo es mayor entre estos ancianos, que están expuestos a enfermedades y complicaciones\», dijo la investigadora.
\»Los que tienen 75 años o más consiguieron llegar a esa edad probablemente por haber tenido mejores condiciones de vida.
Río de Janeiro, julio 7/2010 (Xinhua)
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