Entre 500 gramos y un kilo por semana puede subir un niño de peso en el transcurso de las vacaciones de verano, por lo que es importante que los padres de familia estén pendientes de su alimentación.La subdirectora de Obesidad y Conducta Alimentaria de la Secretaría de Salud en la entidad, Olga González Domínguez, destacó la necesidad de que los menores reduzcan el número de horas que ven televisión.
Es necesario, dijo, que se de preferencia a las actividades al aire libre y lo ideal es que practiquen deporte por 60 minutos cinco o seis días de la semana.
Destacó la necesidad de que los padres de familia pongan el ejemplo y dediquen tiempo a las actividades recreativas con sus hijos.
Otra estrategia para evitar la obesidad y el sobrepeso es el consumo de agua natural, resaltó, incluso un vaso en cada una de las tres comidas del día, así como al momento de hacer ejercicio físico.
El consumo de frutas y verduras debe estimularse entre los infantes, a través de una mejor presentación de los alimentos como son las frutas en forma de personajes de caricaturas o acomodándola de forma que les parezca divertida, añadió.
\»Hay que buscar alimentos que llamen la atención de los niños y que también ellos entren a la cocina con la supervisión de los padres para que elaboren platillos saludables\», señaló.
Manifestó que los menores deben tener horarios establecidos para las comidas del día y el ejercicio, aún cuando tengan la posibilidad de levantarse más tarde debido a que no van a al escuela.
\»Es importante que al menos una vez al día todos coman juntos para que haya comunicación y que no se aproveche la comida para tratar temas delicados como el dinero o los regaños\», destacó la funcionaria estatal.

Hermosillo, julio 6/2010 (Notimex)

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