Una investigación publicada en la revista «Nature» revela su importante papel en el mantenimiento de las células madre necesarias para la regeneración muscular.
La capacidad de regeneración músculo-esquelética depende de sus células madre, conocidas como células satélite, que se encuentran en estado de reposo y se activan cuando se producen daños en los tejidos. En tejidos con poca rotación, como es el caso del músculo-esquelético, este estado de quiescencia reversible es el normal durante toda la vida. Sin embargo, estudios recientes han mostrado que a la edad geriátrica el estado de reposo de células madre normales es sustituido por un estado de senescencia irreversible, lo que resulta en una disminución numérica y funcional de estas células satélite, y un fallo en la regeneración de los músculos.

Aunque los mecanismos responsables del mantenimiento de esta quiescencia, la preservación de la ‘bolsa’ de células madre y la prevención de la senescencia durante la vida de un individuo siguen siendo desconocidos, la investigación realizada por el equipo de Pura Muñoz-Cánoves, investigadora Icrea y jefa de la Unidad de Biología Celular del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, ha revelado el papel clave que tiene en este proceso la autofagia, el mecanismo por el cual se limpian las células de residuos tóxicos y se mantiene su equilibrio interior.

El estudio, realizado en ratones de diferentes edades, demuestra que las células satélite en ratones jóvenes están equipadas con mecanismos protectores de control de calidad, como la autofagia, que reprimen activamente el programa de senescencia, preservando así la integridad y la aptitud de las células.

Según la investigación, cuando el proceso de autofagia falla es cuando se inicia el envejecimiento, produciéndose una acumulación de proteínas y orgánulos dañados en el interior de las células madre que lleva a su senescencia y agotamiento. Para demostrarlo, los investigadores inhibieron genéticamente la autofagia en células satélite de ratones jóvenes, lo que causó la rápida entrada en senescencia de las células satélite, provocando que la regeneración muscular en estos ratones se produjese de manera defectuosa.

El trabajo demuestra también cómo el restablecimiento de la autofagia revierte la senescencia y restaura las funciones regenerativas de las células satélite viejas, por lo que se revela como un elemento regulador decisivo en la muerte de células madre y, por tanto, como una posible estrategia para combatir la falta de regeneración muscular durante la sarcopenia.

Según Muñoz-Cánoves, coordinadora del estudio, «nuestro trabajo identifica el fallo de autofagia como un factor responsable de la pérdida de capacidad regenerativa de las células madre musculares en edades avanzadas. Puesto que los mecanismos autofagia se han encontrado también desregulados en células musculares humanas geriátricas, estos hallazgos abren las puertas a la investigación encaminada a atenuar la pérdida de capacidad regenerativa del músculo en personas de edad muy avanzada, que conferiría mayor independencia y calidad de vida a las personas ancianas».
enero 13/2016 (Diario Médico)

enero 14, 2016 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, Geriatría | Etiquetas: , , , |

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