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En adultos con sobrepeso, una intervención prebiótica que cambia el microbioma en dosis altas disminuye en dos semanas las respuestas cerebrales a las señales de alimentos ricos en calorías.
El artículo publicado por la revista Gut se propuso evaluar la capacidad de la fibra prebiótica en dosis altas para alterar el microbioma intestinal y, por lo tanto, los patrones de activación neuronal de la alimentación provechosa en una población con riesgo de aumento de peso y resistencia a la insulina.
A pesar de los estudios en animales que sugieren que los nutrientes prebióticos de origen vegetal reforzarían las funciones cerebrales homeostáticas y hedónicas a través de mejoras en la comunicación microbioma-intestino-cerebro, poco se sabe acerca de si estos resultados son aplicables a los seres humanos.
Los autores sugieren que la fibra dietética puede influir tanto en la composición de las bacterias intestinales como en las señales de valiosas del cerebro y las tomas de decisiones alimentarias asociadas.
Los prebióticos se utilizan para fomentar la colonización de bacterias beneficiosas en el intestino. Estas fibras dietéticas no digeribles se encuentran en alimentos de origen vegetal como cebollas, puerros, alcachofas, trigo, bananas y, en concentraciones significativas, en la raíz de achicoria.
Favorecen la salud intestinal promoviendo el crecimiento y la actividad de las bacterias intestinales beneficiosas.
Detalles del trabajo
El estudio aleatorizado, controlado y de diseño cruzado, prueba los efectos de una dosis alta de fibra prebiótica en la toma de decisiones alimentarias relacionadas con la satisfacción y evalúa posibles marcadores microbianos y metabólicos.
Los investigadores profundizaron en la posible influencia de ciertos prebióticos en la función cerebral con la mejora de la comunicación entre el microbioma intestinal y el cerebro.
El estudio que encabezó el Centro Médico de la Universidad de Leipzig (Medical Faculty of the University of Leipzig), Alemania, resalta que la ingestión de dosis altas de prebióticos dietéticos conduce a una reducción en la actividad cerebral conectada con la satisfacción que proviene de estímulos alimentarios hipercalóricos.
Los 59 adultos jóvenes y de mediana edad seleccionados, con sobrepeso (19 mujeres, 18-42 años, índice de masa corporal 25-30 kg/m2) y dieta occidental omnívora consumieron en dos semanas, 30 gramos diarios de insulina, prebiótico derivado de la raíz de la achicoria y se sometieron a resonancia magnética funcional antes y después de la ingesta suplementaria indicada.
Además, analizaron la sangre en ayunas de los voluntarios, los niveles de ácidos grases de cadena corta (AGCC), hormonas gastrointestinales, glucosa/lípidos y marcadores inflamatorios.
Durante la ejecución de las resonancias magnéticas funcionales, los participantes observaron la proyección de imágenes de alimentos y fueron consultados por la magnitud del deseo que les generaban los alimentos representados.
Tras la prueba de resonancia magnética, recibieron el plato mejor valorado con pedido expreso de consumirlo.
Resultados de la investigación
El estudio informa que después de la ingesta de prebióticos, disminuyó la activación de las áreas del cerebro relacionadas con la satisfacción (tegmental ventral y corteza orbitofrontal) hacia los alimentos deseados, altos en calorías.
El efecto se vio acompañado por un cambio en la composición de las bacterias intestinales. Mientras que los niveles sanguíneos en ayunas permanecieron en su mayoría sin cambios, la secuenciación de ARNr 16S mostró alteraciones significativas en el microbioma. Entre ellas, los autores observaron un aumento en la presencia de bifidobacteriaceae productoras de AGCC, y cambios en más de 60 vías de señalización funcional posterior a la ingesta de prebióticos.
Los hallazgos surgidos de neuroimágenes avanzadas, secuenciación de una nueva generación de bacterias intestinales y análisis combinados de posibles vías metabólicas, sugieren que los cambios microbianos funcionales pueden subyacer a la alteración de la respuesta cerebral provocada por las señales de alimentos hipercalóricos.
El estudio precisa que una intervención prebiótica atenuó la activación cerebral relacionada con la satisfacción durante la toma de decisiones alimentarias, en paralelo con cambios en el microbioma intestinal.
Los investigadores afirman que se necesitan más estudios para investigar si los tratamientos que alteran el microbioma podrían abrir nuevas vías para enfoques menos invasivos en la prevención y el tratamiento de la obesidad. Una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes entre el microbioma, el intestino y el cerebro permitiría desarrollar nuevas estrategias que promuevan hábitos alimentarios más saludables en personan en situación de riesgo.
El artículo informa que un estudio de seguimiento en desarrollo examina actualmente los efectos de la administración a largo plazo de altas dosis de prebióticos sobre el comportamiento alimentario, la función cerebral y el peso corporal en personas con sobrepeso y obesidad.
Referencia
Medawar E, Beyer F, Thieleking R, Bastiaan Haange S, Rolle-Kampczyk U, et al. Prebiotic diet changes neural correlates of food decision-making in overweight adults: a randomised controlled within-subject cross-over trial. Gut [Internet]. 2023[citado 31 oct 2023]. doi: 10.1136/gutjnl-2023-330365.
1 noviembre 2023| Fuente: SIIIC Salud |Tomado de Noticias biomédicas