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La Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal, que se celebra desde hoy hasta el día 19, tiene el propósito de fomentar la reducción del consumo de sal en la población para proteger la salud cardiovascular, indicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Promovida por la OPS, la jornada pretende intensificar las acciones contra una práctica que aumenta el riesgo de hipertensión, y es la principal causa de accidentes cerebrovasculares y de infartos.
Este año se trabajará con el lema «Es hora de poner el foco en la sal», destacando la presencia de la sal oculta (sodio) en muchos productos procesados y ultraprocesados.
De acuerdo con la OPS en muchos países, tres cuartas partes del sodio en la alimentación provienen de esos alimentos como pan, salsas y aderezos, galletas dulces y galletas saladas, comidas listas para comer, carnes procesadas y quesos.
A fin de establecer metas para el contenido de sodio de todas las subcategorías nuevas y revisadas de alimentos se estableció como meta una reducción de 15 % y 30 % para el 2024 y el 2025, respectivamente.
En la región de las Américas la ingesta de sal/sodio está muy por encima del límite recomendado, por lo que la Organización Mundial de la Salud estimó que en la población adulta de 25 años y más es de 8,5 gramos por día, lo que excede con creces el requerimiento fisiológico y es 1,7 veces superior a la cantidad recomendada.
Esa agencia estableció consumir menos de cinco gramos de sal (menos de dos gramos de sodio) por adulto y día de todas las fuentes.
La disminución de sal/sodio es una de las intervenciones más costoeficaces para prevenir la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, lo cual puede lograrse mediante la reformulación de productos alimenticios con bajo contenido de ese producto, y con niveles máximos para algunos alimentos de forma obligatoria, sugiere la OMS.
También es necesario un entorno de apoyo entre instituciones públicas, como hospitales, escuelas, centros de trabajo y residencias de ancianos, que permita la provisión de opciones bajas en sodio, además de establecer etiquetado nutricional de advertencia en los envases y restricciones de promoción y publicidad.
Por último deben desarrollarse campañas de comunicación para el cambio de comportamiento y sensibilización sobre la reducción de sal.
13 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia