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El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) recomienda que se realice a los estudiantes una revisión visual al inicio del curso con el objeto de detectar a tiempo estos problemas.
Septiembre es, tradicionalmente, un mes marcado por la ya conocida como vuelta al cole. Con motivo de este regreso de los alumnos a las aulas, desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) de España lanzan a los padres una recomendación: acudir con sus hijos a un establecimiento sanitario de óptica para realizarles una revisión visual con el objeto de detectar a tiempo problemas oculares que puedan afectar negativamente al rendimiento académico.
Este consejo se fundamenta en que, según datos del propio CNOO, uno de cada tres escolares sufre defectos visuales que están directamente relacionados con un bajo rendimiento escolar.
Francisco Zunzunegui, portavoz del CNOO, afirma que una de las grandes prioridades para su institución es la «prevención»; de ahí este llamamiento que lanza a las familias con motivo del arranque del año escolar: «En la mayoría de los alumnos, buena parte de la enseñanza está relacionada con lo visual. Ante problemas prevalecientes (como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y los problemas binoculares), si estos no se abordan a tiempo, pueden repercutir en un bajo rendimiento escolar e impedir que el estudiante pueda seguir la clase con normalidad».
Junto al mensaje dirigido a las familias, Zunzunegui también apunta que, desde la CNOO, consideran que «sería excelente» que desde los sistemas sanitarios autonómicos se generalizasen las iniciativas de prevención centradas en la detección precoz de estos problemas visuales entre los estudiantes.
Evaluaciones más frecuentes
Unido a esto, desde el colegio nacional también aconsejan evaluar el sistema visual de los menores con mayor frecuencia cuando ya se han identificado defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), ambliopía (ojo vago), estrabismo o alteraciones de la relación acomodación-convergencia.
«Una visión adecuada en edades tempranas es fundamental para garantizar un adecuado rendimiento escolar y el correcto desarrollo de los niños, ya que el canal de entrada de la información es mayoritariamente visual», explica Juan Carlos Martínez Moral, decano del CNOO. Y es que, según afirma, durante la edad infantil «es más fácil la prevención y la rehabilitación de cualquier alteración relacionada con el desarrollo visual».
Signos de sospecha
Desde la entidad colegial defienden que la identificación temprana de los problemas visuales en la infancia puede ser primordial, ya que, si no se tratan a tiempo, pueden afectar a la habilidad del menor para aprender y a su adaptación al colegio. Por ello, han elaborado una serie de consejos y pautas que pueden ayudar a detectar signos y síntomas que indiquen la existencia de alguna anomalía visual en los menores.
• Prestar atención a si el niño se acerca mucho a los libros o a la televisión.
• Observar si se distrae mucho al leer o muestra baja comprensión lectora.
• Ver si se fatiga frente a los estímulos visuales que requieran atención.
• Observar si presenta una mala escritura a mano.
• Ver si se pierde entre líneas cuando lee o usa el dedo para guiarse por el texto.
• Comprobar si se frota los párpados con frecuencia.
• Fijarse en si cierra un ojo para leer, ver la tele o enfocar mejor.
• Observar si padece dolores de cabeza o cansancio en los ojos, sobre todo después de realizar tareas de cerca.
• Prestar atención a si muestra sensibilidad a la luz o tiene lagrimeo excesivo.
• Ver si ladea la cabeza para ver mejor.
• Estar atentos a si muestra malos resultados académicos.
Uso excesivo de pantallas durante la pandemia
Desde el CNOO advierten de que la pandemia de la COVID-19 trajo consigo el «uso excesivo» de pantallas y la limitación de las actividades al aire libre, «factores que, en conjunto, pueden generar y agravar algunos de los signos y síntomas visuales anteriormente citados». En este sentido, destacan que una de las afecciones más comunes es el síndrome visual informático (SVI), que puede provocar visión doble y/o borrosa, dolor de cabeza, sequedad ocular, ojos rojos o mareos, entre otros síntomas.
A esto, Zunzunegui añade que la pandemia está acompañada de un «sobre esfuerzo de las visiones cercanas»; algo que, por una parte «ha sacado a la luz muchas ametropías leves, que han empezado a manifestarse en signos y síntomas por ese exceso del trabajo de cerca», y por otro, ha venido acompañado de un aumento de la prevalencia de la miopía. «Hay evidencia científica que muestra ese crecimiento. Aún no hay estudios concluyentes que achaquen ese incremento al exceso de trabajo de cerca, pero todo apunta a que es un factor importante, aunque se sigue investigando en ello», explica.
Un espacio adecuado
Ante este escenario, y para evitar las consecuencias de un uso abusivo de los dispositivos electrónicos, desde el colegio nacional aconsejan adecuar los espacios de estudio de tal manera que faciliten una buena ergonomía visual.
Entre las indicaciones para conseguir este fin, se recomienda configurar los monitores para que tengan una buena iluminación, con un contraste óptimo y evitando los reflejos en la pantalla; relajar la vista cada cierto tiempo mirando objetos o puntos lejanos; mantener una postura correcta mientras se lee, estudia o se siguen sesiones on line, y ubicar el monitor ligeramente por debajo de la altura de los ojos.
«Además, la utilización de la regla 20/20/20 ayuda al descanso de la vista. Esta consiste en que cada 20 minutos se descanse durante 20 segundos mientras se observa cualquier objeto a más de 20 pies (poco más de 6 metros). De esta manera se relaja tanto la acomodación como la convergencia, dos sistemas visuales implicados al realizar tareas cercanas», concluyen desde el CNOO.
octubre 03/2021 (Diario Médico)