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Francia se enfrenta a una segunda ola de COVID-19 más larga y más dura que la vivida durante la primavera, según alertó el ministro de Sanidad Olivier Véran, ante el continuo aumento de los contagios y muertes.
Una semana después de que entrara en vigor un nuevo confinamiento en el país para tratar de reducir la curva de la epidemia, Véran describió la situación sanitaria como alarmante, comparable o incluso más grave que la sufrida entre marzo y mayo.
Por ello pidió a los franceses un esfuerzo, pues «cuanto más respetemos el confinamiento, menos tiempo durará», e informó que recientemente se superó la cifra de 4 mil pacientes ingresados en cuidados intensivos.
Junto al ministro, el director de Salud, Jerome Salomón, consideró que Francia vive una «grave situación epidemiológica» que afecta a todas las regiones del país, incluso a las que no sufrieron de forma grave la primera ola, y es actualmente «el país de Europa con mayor número de casos», en concreto 1,6 millones declarados de los más de 8 millones de personas afectadas en el continente.
Salomón señaló que esta segunda ola «es brutal y se está extendiendo rápidamente», registrándose un máximo de 58 mil nuevas infecciones en las últimas 24 horas, y ello teniendo en cuenta que muchas personas contagiadas son asintomáticas y no se hacen la prueba.
El ministro alertó ante la posibilidad de que «si el virus sigue circulando al ritmo actual» el sistema hospitalario corre «un alto riesgo de saturación para mediados de noviembre», y también anunció que «cerca de 12 mil profesionales de la salud» se ofrecieron como voluntarios para cooperar con las residencias de ancianos y hospitales durante este nuevo brote de la enfermedad.
noviembre 06/2020 (Prensa Latina). – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.