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Cada año se producen en el orbe más de 37 millones de caídas, unas 424 000 conllevan a la muerte, lo que constituye un problema de salud global, asegura un informe divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los ancianos y niños son los más afectados. Solo en los Estados Unidos, de un 20 a 30% de las personas mayores de 60 años que se caen sufren lesiones moderadas o graves, tales como hematomas, fracturas de cadera o traumatismos craneoencefálicos, indica el documento de la OMS.
Aún cuando ambos sexos tienen el mismo riesgo, los hombres son más propensos a sufrir caídas mortales. Por su parte, las mujeres y niños por igual, son más proclives a lesiones graves. El texto señala que más del 80% de los decesos relacionado con caídas se registran en países de bajos y medianos ingresos, y que las dos terceras partes de esas muertes se producen en regiones del Pacífico occidental y Asia suroriental.
Por otra parte, las caídas aunque no sean mortales requieren atención médica y suponen la pérdida de más de 17 millones de años-vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD). Cerca de un 40% de los AVAD perdidos en todo el mundo debido a esto corresponde a los menores, aunque es posible que este parámetro no refleje con exactitud el impacto de las discapacidades relacionadas con las caídas en personas mayores, pues tienen menos años de vida que perder.
Además, quienes padecen discapacidad a causa de las caídas, en particular los ancianos, corren más riesgo de necesitar atención a largo plazo e ingreso hospitalario. Por último, el trabajo refleja el gran costo económico que supone este problema, por lo que se insiste en la necesidad de aplicar estrategias preventivas eficaces.
Ginebra, septiembre 1/2010 (PL)