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El creciente número de casos con COVID-19 en Italia es resultado de una mayor vigilancia epidemiológica, afirmó Giuseppe Remuzzi, director del Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri.
En entrevista publicada por el diario Corriere della Sera, el profesor pidió no confundir el contagio con la gravedad de la enfermedad, pues las estadísticas «indican solo que hemos desarrollado la capacidad de entrar en la fase de vigilancia y, por lo tanto, encontramos las cosas donde estén».
Respecto a la realización de pruebas masivas para descartar la presencia del virus causante de la enfermedad, Remuzzi opinó que se deben aplicar de manera selectiva, al tiempo que llamó a evitar la «sicosis de pruebas».
En ese sentido, sugirió hacerlas dónde sean necesarias como en las fronteras, hospitales, hogares de ancianos, entre los trabajadores del transporte público, maestros y personal del sector educacional en general.
Al responder a la pregunta sobre a cuáles estadísticas prestar atención, el investigador se refirió a la existencia en Italia de ocho mil puestos de terapia intensiva de los cuales poco más de un cien están ocupados por pacientes con COVID-19, cifra equivalente al 1,5 por ciento de la capacidad total.
Ante la posibilidad de un mayor incremento de la cantidad de pacientes en salas de recuperación, Remuzzi apuntó que aun cuando el número de nuevos casos diarios alcance los siete mil, como en Francia, en ese país hay solo 500 pacientes en terapia intensiva.
Significa, aseveró, que utilizaríamos menos del cinco por ciento de nuestros recursos y añadió que es necesario evitar ser presa de la emotividad, porque, subrayó, «esto no es un partido de fútbol».
septiembre 04/2020 (Prensa Latina). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.