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No fue la caza de los hombres, sino la falta de alimentos lo que llevó a la extinción de los mamuts, según establecieron investigadores de la Universidad de Durham. Dado que los pastizales comenzaron a escasear mientras se propagaban los bosques, los mamuts y otros mamíferos no encontraron suficiente comida, según el estudio británico. Es así como las poblaciones de mamuts lanudos (Mammuthus primigenius), pero también de ciervos gigantes (Megaloceros giganteus), rinocerontes lanudos (Coelodonta antiquitatis) y leones de las cavernas (Panthera leo spelaea) se redujeron fuertemente.
El equipo de investigadores analizó viejas anotaciones sobre el polen de las flores y simuló los desarrollos en la vegetación y en los hábitats bajo la influencia de los cambios climáticos que se registraron después del último período glacial hace 21 000 años.
El hombre, que influyó en los animales a través de la caza, pero también de la competencia por los hábitats, tuvo menos influencia en su extinción de lo que se creía hasta ahora. El estudio es hasta ahora el más abarcador sobre la vegetación y el clima en el hemisferio norte en ese período. El investigador estadounidense Dale Guthrie había defendido una tesis similar en el 2006.
Después de ello, fue cada vez más difícil, especialmente para los grandes mamíferos, encontrar pastos suficientes para alimentarse.
\»El mamut lanudo se retiró hace 14 000 años al norte de Siberia, mientras que en los 100 000 años anteriores había pasado por muchas partes de Europa\», dijo el profesor Brian Huntley del Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas de la Universidad de Durham.
El calentamiento global del clima disminuyó las superficies verdes e hizo crecer los bosques debido a una mayor humedad en el ambiente y una mayor concentración de dióxido de carbono en el aire. El estudio también permite sacar conclusiones sobre las consecuencias del rápido calentamiento global de nuestros tiempos. Los grandes mamíferos, como los elefantes y los rinocerontes, son las especies más amenazadas.
\»La transformación de superficies de pastos fértiles en grandes partes del norte de Eurasia, Alaska y Yukón a zonas menos fértiles parecidas a la tundra tuvo un gran efecto en muchas especies, sobre todo en los grandes herbívoros como el rinoceronte lanudo y el mamut lanudo\», resumió Huntley.
Los investigadores de Durham fueron apoyados en el estudio por expertos del Museo de Historia Natural de Londres, la Universidad de Bristol y la Universidad de Lund, en Suecia. El trabajo fue difundido en la revista científica Quaternary Science Review.
Londres, agosto 17/2010 (DPA)