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La búsqueda de biomarcadores es un esfuerzo que se está haciendo a todo los niveles. En oncología es una realidad del día a día de la investigación y de la medicina personalizada. ¿En cáncer de próstata, qué novedades hay?
Mario Álvarez, especialista en urología del Hospital Universitario La Paz, explica que el principal desafío en el diagnóstico de cáncer de próstata, como el de cualquier otro tipo de tumor, es diagnosticar lo antes posible para que el paciente pueda beneficiarse de un tratamiento curativo. “En el caso del cáncer de próstata uno de los mayores desafíos en el diagnóstico es que podamos saber qué tumores son realmente agresivos de aquellos que no lo son tanto”. En esta línea, será posible seleccionar a los pacientes para recibir un determinado tratamiento, e incluso un tratamiento “menos agresivo y con menos secuelas”, explica el experto.
Las tecnologías…
Las nuevas herramientas y las tecnologías como los biomarcadores, pruebas de imagen… usadas, eso sí, de forma inteligente pueden evitar este sobre diagnóstico. En este sentido, Álvarez pone en valor el papel que juega el screening del PSA. Algo obligatorio, recuerda, en aquellos pacientes con familiares de primer grado con cáncer de próstata. “Si un paciente ha tenido algún familiar con cáncer de próstata debe hacerse la prueba mínimo a partir de los 45 años, incluso las guías americanas recomiendan a partir de los 40 años”.
Biomarcadores: “Una herramienta imprescindible”
Es en este punto donde se pone en valor el rol que juegan los biomarcadores. Como apunta el urólogo es una herramienta imprescindible. “Tengo mucha confianza en ellos y los uso de forma habitual”. El experto recuerda que los biomarcadores se pueden utilizar tanto para el diagnóstico del cáncer de próstata, para tener más información antes de llevar a cabo una biopsia de cáncer de próstata, o bien en aquellos pacientes en los que ya se les ha llevado a cabo una biopsia de próstata, que ha sido negativa, y el PSA sigue subiendo. En estos casos, los biomarcadores pueden ayudar a seleccionar a los pacientes para decidir si se lleva a cabo una segunda biopsia de próstata. Además, estas determinaciones también se utilizan en aquellos pacientes que han sido ya diagnosticados con cáncer de próstata. “Se hacen en el tejido de la biopsia de próstata y nos pueden ayudar a decir si llevamos a cabo un tratamiento radical o no en esos pacientes”.
Lo que está claro es el papel que desempeñan. “Según un estudio, los biomarcadores de orina en cáncer de próstata evita hasta un 53 por ciento de biopsias innecesarias”. La biopsia líquida en orina para el diagnóstico del cáncer de próstata, explica este especialista, tiene el objetivo de determinar los dos genes responsables del cáncer de próstata agresivos: HOXC6 y DLX1. Es el caso del Select MDX.
Las ventajas
La principal ventaja de este test es que “se trata de en una prueba no invasiva”. Consiste en un análisis de orina y desde el punto de vista estadístico “tiene un valor predictivo negativo superior al 98 por ciento”. Para el urólogo, evidentemente es una buena prueba para descartar un cáncer de próstata.
Además, como asegura Álvarez existen datos de coste eficacia de este tipo de pruebas. “Hay un estudio en el caso del Select MDX en el que participaron varios hospitales: El Hospital Miguel Servet, el IVO, y el Hospital Puerta de Hierro junto a otros centros europeos donde se demostró que Select MDX era coste efectivo y que el sistema sanitario ahorraba dinero si aplicaba estos test a los pacientes, ya que se evitan biopsias de próstata innecesarias”.