jun
8
Para acabar con la pandemia del coronavirus se necesita una ‘vacuna del pueblo‘, declaró recientemente el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, mientras que Brasil y México se convertían en los países con más fallecidos diarios por COVID-19 en el mundo.
América Latina está sufriendo de pleno el azote de la pandemia, donde se registran cerca de 1,2 millones de contagios y unos 57 500 fallecidos.
México superó por primera vez el trágico umbral del millar de muertos por la COVID-19 en un día, justo en la semana que el gobierno se disponía a la reactivación de su vida económica y social tras más de dos meses de confinamiento.
El jueves 4 de abril de 2020, a las 19H00 GMT, México reportaba 1 092 fallecidos (11 729 en total), y Brasil 1 349 (32 548).
Se teme que en los próximos días Brasil supere a Italia como el tercer país con más fallecimientos en el mundo.
Nada indica que la curva [de mortalidad] se reducirá a corto plazo en Brasil, dijo el presidente de la Federación internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Francesco Roca, en declaraciones a la AFP.
En la región de Bahía (noreste) rige un toque de queda nocturno en 19 municipios del sur del estado para frenar la propagación.
Perú por su parte anunció que importará oxígeno para usarlo con fines medicinales en pacientes hospitalizados, ante la escasez existente, y lo declarará bien estratégico.
Sin que la crisis sanitaria se haya cerrado, todo el planeta padece ya las consecuencias económicas, y las instituciones y gobiernos multiplican las medidas para combatir el desastre.
La economía en la zona euro se desplomará un 8,7 % este año, advirtió el Banco Central Europeo, que anunció que duplicará sus programas de ayuda, como la compra de deuda, hasta al menos el año que viene.
Paralelamente, gobiernos y organismos como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se reunieron en Londres para recaudar fondos para la vacunación general de 300 millones de niños, uno de los sectores que pueden salir más perjudicados por la pandemia, por el cierre de las escuelas, o por la falta de cuidados sanitarios elementales.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprovechó la ocasión para reivindicar que una vacuna contra la COVID-19 debe ser vista como un bien público mundial, una vacuna del pueblo.
Una auténtica carrera por lograr el remedio contra la COVID-19 se ha desatado entre las principales potencias mundiales, laboratorios y multinacionales.
En la reunión de Londres, esos actores se comprometieron a reservar 567 millones de dólares para comprar y distribuir esa posible vacuna, si llega algún día, principalmente para los países en vías de desarrollo.
Cuando tengamos una vacuna, queremos desarrollar la inmunidad colectiva y para ello hay que asegurarse de que se administra a más del 80 % de la población mundial, explicó a la BBC el magnate y filántropo estadounidense Bill Gates.
A la espera del ansiado remedio, los debates continúan sobre medicamentos que ya están en el mercado, como la hidroxicloroquina, utilizada desde hace décadas para otros fines y que algunos médicos prescriben para paliar los efectos de la COVID-19.
La hidroxicloroquina fue descalificada en un gran estudio mundial con datos de decenas de miles de enfermos. Sin embargo, tres de los cuatro autores del informe se retractaron recientemente en la revista británica Lancet, que publicó el informe donde los autores reconocieron que no habían tenido acceso a los datos primarios.
Tras meses de devastación, los países europeos intentan por su parte volver a una cierta normalidad.
Con el turismo en el punto de mira, Austria reabrió fronteras, excepto con Italia, y Alemania pondrá fin a restricciones para el turismo en Europa desde el 15 de junio.
La ciudad española de Sevilla eligió en cambio el recogimiento, con una misa de réquiem para las más de 27 000 víctimas mortales del coronavirus, celebrada en la catedral, con la asistencia de 600 personas solamente, a causa de las medidas de seguridad sanitaria.
Es un acto solemne que expresa un poco el dolor no sólo de Sevilla, sino el dolor de España y del mundo, explicó a la AFP José Carlos Carmona, director de la Orquesta Sinfónica Hispalense y del Coro.
junio 07/ 2020 (AFP) -Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.