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Científicos asiáticos han investigado, cómo la temperatura y la humedad del aire influyen en la transmisión de COVID-19. La correlación entre la alta temperatura y humedad y la transmisión del virus es evidente. Eso sí, advierten de que se trata de una correlación, pero no demuestran una causalidad entre meteorología y evolución de la epidemia.
Así, investigaron cien ciudades de China que habían registrado más de cuarenta casos de COVID-19. Para ello, tuvieron en cuenta la densidad de la población y el nivel de riqueza. Los expertos consideran que estos aspectos también afectan al riesgo de contagio. Así, por cada aumento de un grado de temperatura, los contagios del COVID-19 se reducen un 3,8 por ciento.
“Este resultado es consistente con el hecho de que la alta temperatura y la alta humedad reducen significativamente transmisión de la gripe”, aseguran. De esta manera, consideran que la llegada del verano y la temporada de lluvias en el hemisferio norte puede reducir efectivamente la transmisión del COVID-19. “La transmisión de virus puede verse afectada por una serie de factores, que incluyen las condiciones climáticas (como temperatura y humedad), densidad de población y condiciones médicas, es decir, la calidad asistencial”.
La explicación se debe por dos razones. Primero: “el virus de la gripe es más estable en temperatura fría y respiratoria. Las gotas, como contenedores de virus, permanecen en el aire por más tiempo en aire seco”. En segundo lugar, indican, el frío y el clima seco también puede debilitar la inmunidad de las personas y hacerlos más susceptibles al virus. “Es probable que estos mecanismos también se apliquen a la transmisión del Covid-19. Nuestro resultado también es consistente con la evidencia de que la alta temperatura y la humedad relativa alta reduce la viabilidad del coronavirus del SARS”.
La transmisión de COVID-19 es clave para pronosticar la intensidad y el tiempo final de esta epidemia. Sin embargo, hasta ahora, aún se desconoce si dicha relación existe o no. Por ejemplo, el 6 de marzo de 2020, Michael Ryan, director ejecutivo de la OMS de Salud del Programa de Emergencias, dijo aún desconocían la actividad o el comportamiento del virus COVID-19 en diferentes condiciones climáticas.
Lo que han visto estos investigadores es que, en las primeras fechas del brote, países con aire relativamente más bajo, y con la temperatura y humedad más baja (por ejemplo, Corea, Japón e Irán) se detectaron brotes severos que países más cálidos y húmedos (por ejemplo, Singapur, Malasia y Tailandia).
Dentro de China, el COVID-19 se ha extendido ampliamente a muchas ciudades, y la intensidad de la transmisión y las condiciones climáticas en estas ciudades varían en gran medida. “Podemos, por lo tanto, analizar los determinantes de la transmisión de COVID-19, especialmente los factores climáticos”, aseguran.