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La alcaldía de San Pablo, la ciudad más populosa de Brasil con 10 millones de habitantes, determinó que los velorios de los pacientes fallecidos por coronavirus se prolonguen hasta por una hora y sea limitado el número de personas autorizadas a ingresar a la sala mortuoria.
El alcalde paulistano Bruno Covas emitió un decreto para limitar la circulación y el contacto de personas en la ciudad, que incluye la recomendación de que los muertos por el COVID-19 no sean velados o que la ceremonia se prolongue hasta por una hora.
La normativa indica, además, que en caso de realizarse el velorio no participen más de diez personas.
En la ciudad San Pablo se concentra el grueso de los muertos por la dolencia en ese estado, en el cual murieron 48 personas, casi el 80 % de todo Brasil, donde hubo 60 decesos.
El Instituto Emilio Ribas, que realiza investigaciones sobre enfermedades infecciosas, consideró correcta esta decisión porque toma en cuenta las directrices aplicadas en varios países y las recomendaciones del Centro de Control Enfermedades de Estados Unidos, que es una referencia internacional.
En cambio la Asociación Brasileña del Sector Funerario consideró que una hora de velorio es un tiempo insuficiente y solicitó que duren hasta cuatro horas permitiendo el ingreso de hasta 120 personas en grupos de diez.
marzo 26/2020 (ANSA) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.