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La resiliencia, entendida como el conjunto de recursos que permiten afrontar la adversidad y el estrés protegiendo a la persona de sus efectos negativos para la salud, está recibiendo cada vez más atención, pero se ha estudiado muy poco en un período tan sensible como el embarazo.
Un grupo de investigadores ha analizado por primera vez el papel protector de la resiliencia en el embarazo. En el estudio se evaluó a 151 mujeres embarazadas, tanto en el tercer trimestre como después del parto, y se emplearon variables psicológicas relacionadas con el estrés del embarazo y los niveles de cortisol en pelo, una novedosa medida que permite analizar de manera objetiva la cantidad de cortisol, la hormona del estrés, que se ha segregado en los últimos meses.
Al comparar a las mujeres embarazadas con un alto nivel de resiliencia y las embarazadas con un bajo nivel de resiliencia, se encontró que las embarazadas más resilientes se percibían con menos estrés, tenían menos preocupaciones relacionadas con el embarazo y disfrutaban de un mayor bienestar psicológico general. Además, también tuvieron también menos síntomas de depresión posparto. Los análisis de cortisol en pelo mostraron que las embarazadas más resilientes tenían niveles más bajos de la hormona del estrés.
Según los autores, la resiliencia ejerce un claro papel protector frente a los efectos negativos del estrés, tanto psicológico como biológico, un efecto que se produce durante el embarazo y también después del parto.
agosto 23/ 2019 (neurologia.com)
Artículo de referencia:
García-León MA, Caparrós-González RA, Romero-González B, González-Perez R, Peralta-Ramírez I.: Resilience as a protective factor in pregnancy and puerperium: Its relationship with the psychological state, and with Hair Cortisol Concentrations. Midwifery 2019; 75: 138-45